Ferrovial oferta por la explotación del aeropuerto de Sidney
Tras un proceso de precalificación previo, otros dos consorcios pujan por esta infraestructura, que se adjudica por precio. Uno de ellos está liderado por el aeropuerto de Vancouver y el otro por la British Aerport Authority. El precio de referencia para un aeropuerto de este tipo ronda los 2.000 millones de euros.
Ferrovial ha decidido abordar su primera operación en el mercado australiano, y para ello irá de la mano de su socio en el mercado de las autopistas, el grupo local Macquarie. El constructor español ha configurado un consorcio, donde también destaca la presencia del primer grupo constructor alemán, Hochtief, que oferta hoy en la subasta abierta por el Gobierno de Australia para hacerse con la explotación del primer aeropuerto del país, el de Sidney, durante 99 años.
El consorcio, liderado por Macquarie, intenta hacerse con el primer aeropuerto de Australia, que en 2001 registró un tráfico de 24,5 millones de pasajeros, un volumen de actividad similar al del aeropuerto de Roma y mayor que la registrada por París Orly o Múnich.
El aeródromo, remodelado recientemente con motivo de los Juegos Olímpicos celebrados en ese país, canaliza el 50% del tráfico internacional australiano, desarrollado por un tipo de viajero que interesa al gestor del complejo aeroportuario por su contrastado nivel de gasto en las tiendas del recinto. De hecho, el pliego de condiciones del concurso establece que el 53% de los ingresos potenciales que puede obtener el concesionario, básicamente los ingresos por explotación de los recintos comerciales, son de libre fijación por el concesionario. Los ingresos puramente aeroportuarios sí estarán regulados por la Administración concedente.
El valor del aeropuerto, según los criterios comúnmente aceptados en este tipo de privatizaciones en todo el mundo, se puede tasar en unos 2.000 millones de euros, lo que puede hacer de esta operación la mayor que acomete Ferrovial en su historia tras la compra de la circunvalación de Toronto, en Canadá, a la que destino fondos propios por valor de 300 millones de euros.
El aeropuerto de Sidney, tras las remodelaciones que se han llevado a cabo, requiere un bajo nivel de inversiones y cuenta con una elevada capacidad de crecimiento, al menos durante los próximos 10 años, según fuentes de Ferrovial. También cuenta con terrenos para abordar un significativo desarrollo comercial e inmobiliario. Por contra, la deuda de la sociedad titular de la infraestructura asciende a unos 780 millones.
En conjunto, Ferrovial estima que la rentabilidad del proyecto es elevada, y puede rondar el 22%, pero la dificultad estriba en obtener a corto plazo la gran cantidad de dinero para pagar la concesión, fondos que hay que desembolsar en el plazo de un mes desde que se adjudica la misma.
El consorcio de Macquarie, Ferrovial y Hochtief se completa con la presencia del Commonwealth Bank of Australia, que no participa como inversor sino como financiador; Abbey National, y Ontario Teachers Fund.
Los dos rivales de este conglomerado son el consorcio Gateway, integrado por una serie de fondos y que cuenta con el asesoramiento técnico de British Aerport Authority, el primer operador de aeropuertos de Europa y uno de los primeros del mundo, y el consorcio Connet, liderado por Vancouver Airport, al que acompañarán fondos y ABN Amro Bank.
Hoy se presentan las ofertas y en el plazo de una semana el Ejecutivo australiano seleccionará la oferta finalista. La firma del contrato se producirá un día después y en ese momento el ganador tendrá que desembolsar el 10% del precio ofrecido. El resto se tendrá que abonar en el plazo de un mes.