La FAO pide a los países desarrollados una ayuda adicional de 25.500 millones al año
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió ayer a los países más ricos que hagan una aportación adicional de 24.000 millones de dólares anuales (25.500 millones de euros) para combatir el hambre en el mundo.
La II Cumbre Mundial sobre la Alimentación comenzó ayer en Roma con una sustancial rebaja de sus expectativas: de los 29 países de la OCDE, sólo asistieron los presidentes de España e Italia; la ONU constató el fracaso y la 'lentitud' en el combate contra la pobreza y los países desarrollados asumieron que el objetivo de reducir el número de hambrientos a 400 millones en 2015 es casi una utopía.
El encuentro tuvo como punto de partida la aprobación por unanimidad de los 180 países representados de una declaración en la que se constata el fracaso en los objetivos marcados en la cumbre de 1996. Desde entonces, el número de hambrientos en el mundo sólo se ha reducido de 840 a 815 millones. El ritmo requerido para llegar a las metas marcadas para 2015 es de 22 millones al año.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, hizo un duro discurso contra los países más desarrollados, a los que urgió a poner fin a los subsidios agrarios. 'No se puede hablar de libre mercado en estas condiciones', declaró Annan. La ONU estima que los países ricos destinan al año 300.000 millones de dólares (unos 320.00 millones de euros) a los subsidios agrarios y afirma que estas ayudas hunden los precios en los mercados internacionales de materias primas, haciendo imposible para los países del tercer mundo competir en el mercado global.
Annan estima que las consecuencias son 'devastadoras' a largo plazo, ya que los subsidios en los países desarrollados hacen que los agricultores de los países pobres se desmotiven y abandonen la producción, agravando el problema del paro y el hambre.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, recordó a las naciones industrializadas que deben aportar el 0,7% del PNB a la ayuda al desarrollo y que el hambre mata cada día a 24.000 personas.