Dimite Paolo Cantarella, consejero delegado de Fiat
La dimisión de Paolo Cantarella, consejero delegado de Fiat es un paso más de la crisis en la que está sumido el primer grupo industrial italiano. La familia Agnelli, que posee el 31% del capital del holding Fiat y el 81% de Fiat Auto, intenta refinanciar la elevada deuda, que en el caso de Fiat Auto asciende a 33.000 millones de euros.
Pero los últimos resultados no son precisamente halagüeños. Su cuota en el mercado italiano cayó en mayo al 31,06%, la más baja de su historia, con un descenso de las ventas del 16,8% en el mes pasado respecto a mayo de 2000. El grupo italiano podría enfrentarse a una absorción por parte de General Motors, el mayor grupo automovilístico del mundo. Aunque no se ha hecho ningún anuncio oficial, ya elabora estudios sobre cómo podría absorber a Fiat antes del año 2004, cuando la familia Agnelli podría hacer efectiva una opción de venta.
También hoy, la sociedad libia de inversiones Libyan Arab Foreign Investment Company (Lafico) anunció que no prevé aumentar su participación del 2,004% en el grupo automovilístico italiano. Seig Gadafi, hijo del dirigente libio Muammar Gadafi, que realizó estas declaraciones en Milán en el transcurso de una jornadas sobre las relaciones entre Libia a Italia, expresó su confianza en una rápida recuperación de la grave crisis económica. Aseguró que la participación de Lafico en la multinacional italiana "es una inversión normal a medio y largo plazo". Lafico adquirió en 1976 el 10% del capital de Fiat e incrementó esta participación hasta el 15%. En 1986 abandonó la empresa italiana en una operación que le generó importantes plusvalías.