El BCE mantiene sin cambios los tipos de interés pese al riesgo inflacionista
Acorralado entre un crecimiento extremadamente débil y una permanente presión al alza de los precios, la autoridad monetaria europea opta por esperar y ver cómo evolucionan los indicadores porque la recuperación aún es ¢incierta¢. El euro alcanzó ayer su mejor cambio con el dólar en 17 meses, a 0,9472.
El presidente del BCE, Wim Duisenberg, reconoció ayer que se siente ¢desarmado¢ en la lucha contra la inflación, que el objetivo de 2% de IPC para la zona euro es ¢ambicioso a la luz de las circunstancias actuales y pasadas¢ y que ¢probablemente¢ no se cumplirá por tercer año consecutivo.
Sin embargo, el dato de IPC provisional para mayo publicado por Eurostat coloca el IPC de la zona euro en el 2% y el BCE parece darse por satisfecho si se mantiene, ¢próximo¢ a esa barrera. Además, el banquero cree que todavía es posible cumplir el objetivo.
Los analistas están convencidos de que el BCE terminará por subir los tipos de interés, pero están divididos a la hora de predecir si lo hará antes o después del verano. El discurso de Duisenberg indica claramente que habrá encarecimiento del precio del dinero: ¢Pese al reciente declive (de precios), las perspectivas a medio plazo siguen siendo menos satisfactorias¢, señaló el banquero. Además, el BCE ni siquiera anota esta vez que considere ¢apropiado¢ el actual nivel de los tipos de interés.
Preguntado al respecto durante la rueda de prensa, Duisenberg incidió en que ¢ya he destacado que hay algunos riesgos crecientes en materia de estabilidad de precios, con lo cual no es casual que no hayan visto la palabra ¢apropiado¢ (en el comunicado oficial del BCE).
Habrá subida
La frase da por prácticamente confirmado que los tipos subirán. Sin embargo, el banquero dio pocas pistas sobre cuándo ocurrirá: ¢Necesitamos más evidencias antes de que podamos valorar plenamente los riesgos al alza en los precios a medio plazo¢.
Entre los elementos de riesgo inflacionista que más inquietan al BCE está la negociación al alza de los convenios salariales. Algo que, según Duisenberg, es ¢motivo de preocupación, sobre todo por el impacto negativo que podría tener en la creación de empleo¢.
Como contrapartida, los precios de la energía han empezado a moderarse y la fuerte subida del euro actúa como factor moderador de la inflación. La divisa común europea cotizó ayer al cierre en el nivel más alto frente al dólar de los últimos 17 meses, apreciándose por la debilidad de la divisa estadounidense ante el deterioro de Wall Street. El tipo de cambio fue de 0,9472 dólares por euro.
La de ayer fue la primera reunión del BCE que contó con la presencia del griego Lucas Papademos como vicepresidente de la entidad, en sustitución del francés Christian Noyer. Y se produce en un momento en el que los Doce han dejado atrás el crecimiento negativo de finales de 2001, pero aún tiene serias dificultades para repuntar.
Según los últimos datos de Eurostat, el PIB de los Doce creció un modesto 0,2% interanual en el primer trimestre del año. Duisenberg sigue afirmando que de aquí a fin de año la zona euro logrará alcanzar su ¢potencial de crecimiento¢, que se estima del 2% al 2,5%. Pero las previsiones de la Comisión son mucho más modestas.
Los servicios de estudios del Ejecutivo comunitario acaban de rebajar, por segunda vez en un mes, la previsión de crecimiento para el segundo trimestre del año (que queda ahora entre 0,3% y 0,6%) y para el tercer trimestre auguran un crecimiento del 0,7% al 1%.
La actividad industrial ha empezado a repuntar en mayo, pero el sector servicios sufrió una inesperada contracción. Además, la conflictividad laboral creciente en la zona amenaza