Las aseguradoras tendrán que aportar más recursos para elevar su solvencia
El proyecto Solvencia II obligará a las aseguradoras a ajustar sus recursos propios a un nuevo sistema de control de riesgos adaptado al perfil de cada entidad. Este control será más estricto y riguroso y, en muchos casos, provocará un aumento de las aportaciones para mantener la mínima solvencia exigida y no tener que recurrir a la capitalización.
La nueva normativa, impulsada por la UE, sigue los pasos del acuerdo de capital Basilea II que ultiman los bancos. Y entrará en vigor más o menos al tiempo, en torno a 2006, apuntan fuentes del Ministerio de Economía.
Los trabajos que desarrollan en el ámbito internacional tanto el Comité de Seguros de la Unión Europea como la Conferencia de Autoridades de Supervisión para perfilar este acuerdo son muy incipientes. Aunque antes de final de año deberán tener listas las propuestas que servirán de base en la negociación a partir del próximo año.
Sólo hace dos meses que se ha creado un grupo de trabajo nacional, auspiciado por la Dirección General de Seguros del Ministerio de Economía y en el que participan la patronal Unespa, la asociación Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA) y la Confederación de Entidades de Previsión Social, entre otros.
A finales de este mes, el grupo definirá las líneas de trabajo que se trasladarán a la negociación comunitaria.
Situaciones de riesgo
La reforma de los sistemas de control de riesgos se basará en tres pilares que coinciden con los de Basilea II. Así, las aseguradoras afrontarán una exigencia de fondos propios más estricta y sensible a sus riesgos; tendrán la obligación de ser más transparentes y contarán con un sistema de supervisión de las autoridades más avanzado.
En el cálculo de los recurso mínimos que se exigirán a las aseguradoras influirán negativamente aspectos tan cualitativos como, por ejemplo, que la entidad incumpla el buen código de gobierno, que lleve a cabo una gestión eficaz o que apueste imprudentemente por las estrategias de rápido crecimiento.
æpermil;stas son algunas de las situaciones que los expertos definen como más arriesgadas porque necesitarían más recursos propios, según el mapa de riesgos esbozado por la Conferencia de Autoridades de Supervisión.
También figuran en el borrador: que la aseguradora aplique primas insuficientes, que acometa una estrategia incorrecta de rápida crecimiento, una política inadecuada de reaseguro, decisiones de inversión viciadas por la estrategia de la matriz, errónea política de gastos, deficiencias en la organización y también la falta de liquidez.
El principal problema del sistema actual 'es que exige la misma base a una gran aseguradora que a una de tamaño pequeño', explican fuentes del sector. Se basa en unos ratios fijos sobre las provisiones técnicas y las primas de los últimos tres años.
La directora general de Seguros, Pilar González de Frutos, auguró ayer que la nueva norma provocará fusiones y concentraciones en el sector.
'Segurfondos' y garantizados, en el punto de mira
Los segurfondos o seguros ligados a fondos de inversión y los seguros de vida que garantizan un tipo de interés figuran entre los tipos de productos que entrañarían un mayor riesgo y, por tanto, requerirían una mayor aportación de recursos para garantizar la solvencia. æpermil;sta es una de las primeras estimaciones que ha realizado el Comité de Seguros de la Unión Europea en un borrador.
Curiosamente, los seguros garantizados son los que presentan actualmente una gran demanda en el mercado español. Y, por otra parte, las entidades están intentando dinamizar la contratación de unit-linked, lastrada por la evolución de las Bolsas.
También nombra los productos que aseguran una participación de beneficios en las empresas, aunque se trata de seguros que ahora tienen menor demanda.
Las normas de Solvencia II exigirán más control, pero, por otro lado, darán más libertad de inversión a las aseguradoras, ya que tendrán más medidos sus riesgos de insolvencia, según los expertos.