Los valores de baja capitalización y cuentas sólidas lideran las Bolsas
Ya en la recta final del primer semestre del año se confirman los movimientos de principio de curso. La Bolsa se ha dividido en dos, la de los grandes valores, los conocidos como blue chip, y la de los pequeños, que algunos generalizan con el apodo de chicharros, aunque la definición no es exacta, precisamente.
Que los grandes valores, los líderes, están cansados es algo que nadie pone en duda. Se asume, así, que el potencial de mejora de los índices de las Bolsas es muy limitado, porque las expectativas no mejoran y son éstos los que más pesan en la confección de los índices. Mal año, por tanto, para los fondos, y son muchos, que se limitan a replicar los principales índices.
Los resultados del primer trimestre han cofirmado, tanto en Estados Unidos como en Europa, que los títulos más capitalizados son también los que arrojan multiplicadores (PER) más altos. La media del S&P 500, que es la que siguen los mejores analistas, arroja un PER con resultados previstos para este año, de 30 veces.
Se confirma, de nuevo, que los mercados de acciones estadounidenses están caros y que los europeos, aunque más baratos, no pueden quitarse el lastre, el contagio histórico derivado de la evolución de aquellos mercados.
Es la otra Bolsa, más pequeña, la que concita sentimientos y desata las pasiones más fuertes entre los especuladores y bolsistas de siempre. Los valores medianos, que no los chicharros, viven momentos de gloria.
No es la primera vez que se produce este fenómeno en las Bolsas del mundo. Por eso, los expertos recomiendan analizar situaciones pasadas para actuar ahora. Se ha demostrado, desde siempre, que sólo los valores rentables, con buenos dividendos y visibilidad en sus resultados generan plusvalías importantes.
Por contra, los chicharros, que son los que no tienen rentabilidad ni futuro cierto, suelen deparar pérdidas abultadas, irrecuperables en la mayor parte de los casos.
En este proceso, los expertos advierten también de los peligros que entraña especular con compañías opables. Cuidado con los rumores.