Ayudas a pymes hasta del 80% del gasto en promoción para salir al exterior
El Instituto de Comercio Exterior (Icex) y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio se han marcado el objetivo de que 3.000 nuevas pequeñas y medianas empresas españolas consigan exportar sus productos y servicios en un plazo de seis años.
Las dos instituciones acordaron en su momento la constitución del denominado Plan de Iniciación a la Promoción Exterior, dirigido a pequeñas y medianas empresas con un producto o servicio propio que cuenten con una voluntad de internacionalización y quieran conocer sus posibilidades de introducirse en otros mercados. La falta de asesoramiento es una de las barreras más comunes a las que se enfrenta un empresa que quiere explotar sus productos. De ahí que este plan disponga de herramientas que ayuden a superar esta situación mediante tutores pertenecientes al Icex o a las cámaras de comercio.
Fases
Los tutores asisten a las empresas y las asesoran durante la primera fase del proyecto. Al tutor le sustituye seguidamente el promotor. Es un consultor externo que ayuda de manera individual a cada empresa en el diseño de su plan de internacionalización y en el desarrollo de los trabajos necesarios para abordar y consolidar el proceso de apertura de la empresa hacia el exterior.
Son dos años de ayuda y asesoramiento externos cuyo coste económico está subvencionado hasta un 80% del total. Incluye la promoción exterior; es decir, los gastos por asistencia a ferias, el material de promoción, etc., y una amplia gama de servicios complementarios específicamente diseñados para las empresas.
Una vez que se han dado todos estos pasos, se inicia un programa de seguimiento que tiene por objeto conseguir que las empresas que hayan participado en el programa inicial y desarrollado la estrategia en él prevista puedan consolidarse como exportadoras estables.
Apoyos individuales
Para afrontar los gastos de esta nueva fase, las empresas pueden disponer de una ayuda económica que asciende al 50% de los costes derivados de las actividades de promoción exterior realizadas individualmente por la empresa (estudios de mercado, material de difusión y promoción, publicidad, participación en ferias, viajes de prospección y comerciales, registro de patentes y marcas, etc.). Las ayudas alcanzan también al gasto derivado del asesoramiento que en esta fase puede prestar también un promotor designado al efecto, cuyo trabajo se ha fijado en un máximo de 40 horas. El asesoramiento del promotor en esta fase del programa es opcional, por lo que en caso de no utilizar los fondos previstos inicialmente para el promotor dichos fondos pueden asignarse a actividades de promoción.
Es un programa que exige en definitiva un cambio general en la cultura de la empresa y su total implicación para conseguir el objetivo de vender en el exterior.