La eléctrica El Paso prepara el cierre de su filial de intermediación
Suma y sigue en la lista de empresas de energía que han convertido su negocio en un problema. El Paso, la mayor propietaria de gasoductos de gas natural de EE UU, anunció ayer que su beneficio para finales de año estará por debajo de lo previsto y quedará entre 900 y 1.000 millones de dólares (entre 972 millones y 1.080 millones de euros) en vez de los 1.620 previstos en principio. Además la empresa acelerará la venta de activos para hacer frente a su deuda, para lo que emitirá 1.620 millones de euros en acciones.
Entre los activos puestos a la venta o en proceso de desintegración está la filial de intermediación de energía, una actividad que ha sido objeto de manipulación por parte de otras empresas hasta el punto de costarle el puesto a los presidentes de Dynegy y CMS sólo en los últimos cinco días.
El Paso va salirse de este negocio en el que trabajan 500 empleados y para el que el año pasado su consejero delegado, William Wise, inauguró una nueva oficina en Houston (Tejas). De momento, 300 de ellos serán despedidos. Este ajuste de empleo afecta al 2% de la plantilla total. 'Nuestro negocio de intermediación ha crecido por encima de la posibilidad de crédito a la que puede optar nuestro balance', señalaba ayer Wise.
Como otras compañías del sector que se han visto afectadas por el escándalo Enron en un inicio y por lo que ellas mismas ocultaban a sus inversores en un segundo momento, El Paso se ha ido deshaciendo de activos para hacer frente a los pagos de su deuda, que creció recientemente cuando en el más puro estilo Enron se descubrió que una serie de sociedades fuera de balance tenían cargas por valor de 2.160 millones de euros. Moody's tiene calificada la capacidad crediticia de El Paso sólo un punto por encima del valor más bajo.
La compañía de Wise es una de las eléctricas que el próximo 5 de junio tiene que presentar un informe ante las autoridades reguladoras de la energía para comprobar si participó, como Enron, en la manipulación del mercado de California en 2000 y 2001 que provocó la crisis de esta zona y propició fuertes beneficios a las energéticas.