El PIB crece al 2%, apoyado en el consumo y la inversión en construcción

El consumo y la construcción continúan sosteniendo el crecimiento económico mientras sigue la extrema debilidad en la inversión en bienes de equipo y la atonía en el sector exterior. El Gobierno cree que se cumplirán sus previsiones (2,4% de PIB para 2002). En el primer trimestre del año se crearon 68.900 empleos netos, concentrándose en los servicios y en la construcción. El excedente empresarial crece un 2,5%, por encima de la remuneración de los asalariados (1,3%).

La economía española comenzó este año continuando con el perfil de desaceleración iniciado a mediados de 2000. Tal y como habían adelantado las estimaciones del Banco de España y confirman ahora los datos oficiales de la contabilidad nacional, el PIB creció menos (un 2% en el primer trimestre en tasa interanual, frente al 2,3% del cuarto trimestre de 2001) aunque suavizó su ritmo de desaceleración.

Los pilares en los que se sustenta el crecimiento económico siguen siendo el consumo final y la inversión en construcción, a pesar de haberse desacelerado, el primero pasó del 2,8% al 2,3%; y la segunda, del 4,9% al 4,4%.

El aspecto negativo lo representa la inversión en bienes de equipo, que profundiza su declive, con una caída del 4,9% sobre el primer trimestre de 2001, registrando un nuevo descenso por cuarto trimestre consecutivo. La extrema debilidad de la inversión en bienes de equipo no ha podido ser compensada por la inversión en construcción, lo que ha provocado que la formación bruta de capital fijo siga sin despuntar, con un escaso aumento de apenas el 0,9% hasta marzo. El estancamiento de la inversión bruta y el menor vigor del consumo de las familias ha llevado a una nueva moderación del ritmo de crecimiento de la demanda interna, hasta el 2,1%. En este componente pesan también otras incertidumbres aún no resueltas, como la evolución futura de los precios de consumo (inflación) y la creación de empleo neto.

El sector exterior mejora, por contra, su posición neta. La caída de las exportaciones se ha visto compensada por una disminución mayor en las importaciones, con lo que la contribución neta negativa de trimestres anteriores se ha reducido en gran parte.

Desde el punto de vista de la oferta, destaca el vigor del sector de la construcción, que es capaz de seguir creciendo a una velocidad de crucero del 4,6%, a pesar de los avisos continuos de los analistas sobre la proximidad del fin del boom inmobiliario.

Destaca también la recuperación de las ramas energéticas, que contrasta con la atonía de las ramas industriales y de la agricultura y la pesca, en recesión desde finales de 2001.