Las Bolsas siguen presionadas a la baja por la debilidad de los valores líderes
Soportes y resistencias técnicas a la baja y al alza son ahora objetivos principales para gestores, inversores y seguidores de la Bolsa en general. Los más pesimistas consideran que tarde o temprano el 8.000 será un escollo difícil de superar para el Ibex. Los optimistas apuestan por lo contrario.
El mercado de acciones vuelve a mostrar un ambiente muy radicalizado, con sentimientos claramente enfrentados entre alcistas y bajistas. El argumentario favorece, como en otras ocasiones, las tesis de ambos bandos. O lo que es lo mismo, hay razones de peso suficientes para confiar en el futuro y, también, para desconfiar.
Los optimistas aluden a las dificultades que encuentra la Bolsa para desarrollar su actividad con normalidad. Los peligros son muchos tanto por el lado de la crispación social y política en numerosos puntos del mundo como por la confusión constante que generan las estadísticas sobre el estado de salud de las economías más industrializadas.
El ambiente exterior de los mercados de acciones es muy desapacible, pero no claudican. Los índices, aunque altamente debilitados, no se hunden. Argumento, en fin, para que los optimistas apuesten por fuertes subidas cuando cambie la situación.
Los bajistas consideran, por su parte, que no hay motivos que justifiquen recorridos al alza de los mercados de acciones. A los circunstancias negativas descritas se une el encarecimiento de los valores más representativos, porque los resultados del primer trimestre no justifican los precios actuales. Bajistas, en fin, que pronostican mayores caídas a medio plazo.
Enfocar la situación venidera de las Bolsas con precisión se convierte, así, en una tarea muy difícil. Son muy pocos los analistas de prestigio que anticipan tendencias de fondo. El consenso, eso sí, posterga la esperada recuperación de las Bolsas hasta final de año, si es que llega a producirse.
La debilidad de los valores líderes atenaza a las principales Bolsas del mundo y arroja muchas dudas sobre la capacidad de reacción. Las telecos polarizan este fenómeno y los planes de futuro conocidos no convencen a los profesionales.
A corto plazo, los expertos recomiendan ver y esperar. Dicen que los índices necesitan buscar nuevas bandas de fluctuación para estar más cómodos, porque ahora no lo están.