Wall Street supera el temor a nuevos atentados terroristas
Desde el 11 de septiembre, la amenaza de nuevos atentados es un tema recurrente en los parqués de medio mundo. Sin embargo, en las últimas sesiones, la psicosis terrorista está dañando seriamente la moral de los inversores.
Uno de los signos más claros del temor que reina en los mercados es que el oro, el activo refugio por excelencia, cotiza a su nivel más alto desde 1999. José Luis Martínez, economista de Citigroup, añadía ayer que los mínimos del año alcanzados por el dólar frente al euro y el yen responden también a 'la creciente aversión al riesgo' de los inversores a nivel internacional.
Sin embargo, la Bolsa de Nueva York, que despertó con la amenaza de una bomba en el puente de Brooklyn, logró a última hora sobreponerse a las pérdidas y subió el 0,52%. El Nasdaq ganó el 0,51%.
Las Bolsas estadounidenses se pasearon durante toda la jornada en el lado de las pérdidas. Pero en los diez últimos minutos los inversores superaron el desánimo provocado por las nuevas amenazas terroristas. La subida más destacada fue para Johnson & Johnson, que ganó el 1.91% tras anunciar avances significativos en las investigaciones sobre su nuevo fármaco contra la obstrucción de las arterias.
Home Depot se convirtió por segunda jornada consecutiva en el lastre más importante del Dow Jones, con una caída del 2,76%. Citigroup, por su parte, retrocedió el 1,08% tras anunciar la compra de la caja de ahorros Golden State Bancorp, una operación valorada en 5.800 millones de dólares.
No obstante, el valor más negociado en el NYSE fue Gap. La cadena de tiendas de moda cayó el 13,75% al conocerse que su presidente abandonará este año la compañía.
El Euro Stoxx 50 marcó ayer su quinta sesión de descensos consecutiva, lo que extrapolado a las Bolsas sitúa la mayoría de las plazas europeas con pérdidas de entre el 4% y 6% en 2002. Las Bolsas tuvieron ayer un comportamiento bastante homogéneo con descensos de alrededor del 1,5% propiciados por la caída de las telecomunicaciones, uno de los sectores con mayor peso en las Bolsas del Viejo Continente.
Deutsche Telekom retrocedió el 4,89% tras presentar un resultado por debajo de las expectativas y arrastró al resto de operadoras. El contagio fue especialmente virulento en France Télécom (-3,48%), una compañía con un nivel de deuda similar al de la alemana, y Telefónica (-2,46%).
La desconfianza se llevó por delante otros valores con el apellido tecnológico, como Nokia, que perdió el 7,43%, Ericsson (-7,11%) y Alcatel (-3,48%). No obstante, la caída más abultada de la jornada fue para el tercer turoperador europeo, la británica MyTravel, que cayó el 24,17% tras anunciar que ganará menos de los previsto.
El alza de DaimlerChrysler (+2,51%), que además cerró en su máximo anual, permitió al sector de automóviles europeo convertirse en el único sector del Stoxx 600 que terminó al alza.
La Bolsa brasileña fue la única plaza de la región que registraba avances a media sesión. No obstante la decisión del banco central de no tocar los tipos de interés, actualmente en el 18,5%, arrastró el Bovespa hacia una caída del 2,75% a pesar de que el anuncio era esperado por la mayoría de los expertos.
La Bolsa japonesa cerró ayer en el máximo de los últimos nueve meses, con el índice Nikkei rozando los 12.000 puntos tras subir el 1,36%. Las esperanzas de que la economía japonesa presente una espectacular cifra de crecimiento en el primer trimestre (algunos analistas hablan incluso del 9% anualizado) impulsaron también al yen frente al dólar y obligaron al banco central a intervenir en el mercado monetario para evitar una escalada de la divisa que va en contra de la competitividad de la economía nipona.