Monti estudia retrasar la libre instalación de vendedores de coches
La reforma del sector europeo del automóvil puede ser más suave de lo anunciado, al menos en su calendario. Monti declaró ayer ante el Parlamento Europeo que estaría dispuesto a estudiar un plazo más amplio para abolir la cláusula de localización, aquella que protege a un concesionario de la instalación de otros vendedores de la misma marca en su zona de referencia.
'Estoy dispuesto a reflexionar sobre la utilidad de un periodo de transición un poco más largo para la entrada en vigor de esta medida específica', afirmó Monti ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara. El comisario matizó que 'sería perjudicial posponer una decisión' durante varios años.
El borrador de reglamento que debe entrar en vigor en octubre, cuando deja de regir la norma anterior, ya preveía un periodo transitorio de un año para que la industria haga los cambios necesarios para adaptarse a un nuevo sistema de venta más flexible. La declaración de ayer sugiere que ese periodo podría alargarse más allá.
La cláusula de localización ha sido hasta ahora la medida más discutida por los fabricantes de automóviles europeos. Su desaparición significaría que cualquier concesionario podría abrir puntos de venta en la zona de influencia de otro concesionario de la misma marca en cualquier punto de la Unión Europea. Esto pondría fin al modelo actual, basado en el reparto de exclusivas territoriales.
El plan de Bruselas persigue acabar con las grandes diferencias de precios observadas entre países de la UE, y que según la Comisión demuestran una insuficiente competencia en el sector. Sin embargo, la asociación de fabricantes europeos ACEA advierte que la equiparación de precios se producirá siempre al alza, porque los márgenes ya son muy ajustados.
Presión
Aunque una comisión del Parlamento Europeo declaró su apoyo a la propuesta inicial de Monti, esta misma institución -que no tiene capacidad normativa en esta materia- ha presionado para que se suavicen algunos de sus apartados más problemáticos. Monti dijo ayer que los consumidores y automovilistas han acogido positivamente su plan, aunque se quejó abiertamente de que su proyecto ha recibido 'fuertes presiones' por parte del lobby de los fabricantes.
El comisario añadió que 'el negro escenario que pintan esos grupos' no se convertirá en realidad. Y recordó que también se enfrentó a fuertes críticas cuando acabó con las ventas libre de impuestos para los viajeros que no salen de la Unión Europea. 'Los alarmistas se equivocaron entonces y estoy convencido de que se equivocarán esta vez', dijo.
El Gobierno alemán ha sido especialmente combativo contra el proyecto de Monti, que, según el canciller Gerhard Schöder destruirá puestos de trabajo. Schöder, quien fue gobernador de Baja Sajonia y como tal miembro del consejo de Volkswagen, mantiene además otros frentes abiertos con Monti, en especial por las subvenciones estatales dadas a distintas empresas alemanas. El canciller critica a la Comisión porque 'no todo son servicios' y se debe apoyar a la industria.
En un tono menos agresivo, el vicepresidente español, Rodrigo Rato, escribió el mes pasado al comisario Monti proponiéndole que reconsiderara la abolición de la cláusula de revisión y otra medida también delicada para el sector: la posibilidad de subcontratar el servicio posventa, lo que abre la puerta a la aparición de vendedores especializados sin talleres propios.