El Banco de Japón mejora su diagnóstico sobre la economía por tercer mes consecutivo
La evaluación de la situación de la economía japonesa por parte del instituto emisor no mejora durante tres meses consecutivos desde el período mayo-julio de 2000.
El informe constata que "el ritmo de deterioro de la economía en Japón se ha ralentizado, ya que la producción comienza a recuperarse, reflejando así la subida de las exportaciones y los progresos realizados en los ajustes de 'stocks'".
No obstante, el instituto emisor advierte que "la inversión en capital fijo de las empresas continúa cayendo y el consumo privado sigue siendo débil. Además, la inversión en viviendas se mantiene átona y la inversión pública sigue en una pendiente descendente".
A pesar de la recuperación de la producción industrial, las empresas siguen reduciendo su masa salarial "por un exceso persistente de personal", según el instituto emisor, que añade que la situación del empleo y los trabajadores continuará deteriorándose.
En cuanto a las perspectivas de la demanda interna, la inversión en capital fijo continuará cayendo "durante algún tiempo", el consumo privado seguirá siendo débil y los gastos públicos se mantendrán en su tendencia a la baja, augura la autoridad monetaria.
La demanda externa, por su parte, se verá favorecida por la reactivación de las economías extranjeras, el final de los ajustes de los 'stocks' en el sector de las tecnologías de la información y la ligera devaluación del yen. "En estas condiciones, las exportaciones continuarán su modesta recuperación", asevera.
La conclusión del banco central es que la economía nipona dejará de deteriorarse, pues un aumento de las exportaciones y de la producción conducirá a la mejora de los beneficios de las empresas y, consecuentemente, de la demanda privada.
Sin embargo, el informe alerta sobre los riesgos que pesan sobre la economía japonesa debido a la eventual desestabilización de los mercados financieros nacionales y extranjeros.