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Cumbre de Madrid

Los países latinoamericanos regresan con el compromiso de acuerdos a largo plazo

Los jefes de Gobierno y Estado latinoamericanos han regresado a sus respectivos países con un compromiso de cooperación política por parte de la Unión Europea y sólo una declaración de intenciones de avanzar a largo plazo en acuerdos de libre comercio. Esa fue la fórmula más repetida en la II Cumbre UE-América Latina-Caribe, que tuvo lugar el pasado fin de semana en Madrid. Desde Latinoamérica, sólo Venezuela hizo oír sus críticas, aunque los reclamos para abrir mercados fueron generalizados.

Unos salieron más satisfechos que otros de la cita. La culminación de acuerdos de libre comercio marcó la frontera entre unos y otros. Así Chile, que cerró en Madrid el único acuerdo de libre comercio con la UE de la cumbre, valoró muy positivamente la reunión. Fue también el caso de México, que disfruta de una acuerdo de este tipo con la UE desde el año 2000. El presidente mexicano, Vicente Fox, calificó el sábado de 'gran éxito' la cita.

Fox, junto al presidente español, José María Aznar, hizo un repaso a los 18 meses de vigencia del acuerdo. En ese tiempo, el comercio bilateral entre los dos mercados creció un 28,6%, con mayor avance de las exportaciones mexicanas a la UE (44,1%). Desde el mercado comunitario, las ventas a México aumentaron un 23,1%.

Las críticas más abiertas llegaron del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien, ante los periodistas, puso en duda la productividad de estas cumbres. 'Los jefes de Estado vamos de cumbre en cumbre mientras que el pueblo va de abismo en abismo', dijo Chávez.

El presidente venezolano denunció que dos años después de Río, en referencia a la primera cumbre entre la UE y América Latina-Caribe, 'no hemos dado ni un paso'. Chávez, aunque presente en Madrid, dio plantón a la cumbre de la UE con la Comunidad Andina (Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú) del sábado, un hecho destacado por Aznar en la posterior rueda de prensa. 'Siempre es posible avanzar más, las posibilidades de mejorar se debaten en los consejos y me hubiera gustado verle [a Chávez] en la reunión de esta mañana', apuntó.

En cualquier caso, el bloque andino consiguió escasos compromisos. Frente a su petición de libre comercio, obtuvo nuevas propuestas de cooperación política. La referencia al tema comercial en la declaración final fue igual a la dedicada a los países de Centroamérica: 'Construyendo sobre los resultados del programa de trabajo de Doha que se han comprometido a concluir a más tardar a final de 2004, pudiera negociarse un acuerdo de asociación viable y mutuamente beneficioso (...), que incluya un área de libre comercio'. Nada previsto, pues, para antes de 2005.

Tampoco Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, y Paraguay) consiguió cerrar plazos en torno a un acuerdo de libre comercio, como deseaban, aunque el presidente argentino, Eduardo Duhalde, aprovechó el viaje para recabar apoyo entre los empresarios con intereses en su país y mantener encuentros directos con los mismos.

En general, los países latinoamericanos mostraron resignación ante los resultados de la cumbre. El presidente de Bolivia, Jorge Quiroga, en representación del bloque andino, reconoció que 'las realidades de las negociaciones suelen ser distintas a las necesidades'.

Narcotráfico

Quiroga admitió que, tal y como le ha demandado la UE, primero debe crearse una integración regional. Para ello, la Comunidad Andina prevé establecer la eliminación del arancel interno en junio de este año y aplicar un arancel máximo común al exterior en diciembre de 2003. No obstante, y en respuesta a la reiterada apuesta de esta cumbre por la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, Quiroga pidió la apertura de los mercados a otros productos para poder ofrecer una alternativa a los cultivadores de coca.

Pese a todo, el presidente de Perú, Alejandro Toledo, consideró que el acuerdo suscrito sí compromete a los Quince a iniciar en firme una negociación sobre el libre comercio para 2005. Toledo, como la mayoría de los presidentes latinoamericanos, aprovechó la cumbre para animar a los inversores a lanzar nuevos proyectos en su país y aseguró, en un encuentro paralelo organizado por el Foro Nueva Economía, que, a pesar de la coyuntura económica, su Gobierno seguirá adelante con el programa de privatizaciones aunque advirtió que 'serán privatizaciones con rostro humano'.

La evaluación de los avances se hará dentro de dos años, en 2004, cuando se vuelvan a reunir en México los cerca de 50 mandatarios latinoamericanos y europeos, aunque no se esperan grandes cambios en comercio, ya que la ronda de Doha no se prevé que termine hasta el inicio de 2005.

Dinamarca, país que asumirá en julio la presidencia de la UE, se comprometió por su parte a seguir dando prioridad a la región dentro de la política exterior europea. El primer ministró danés, Anders Rassmussen, insistió sin embargo en la necesidad de que los países latinoamericanos se comprometan con el 'buen gobierno' y la lucha contra la corrupción.

Miles de personas secundan una marcha contra el capitalismo

 

 

Entre 7.000 y 15.000 personas, según la policía y los organizadores, respectivamente, se manifestaron ayer en Madrid para mostrar su rechazo al capitalismo y dar su apoyo a la lucha guerrillera contra el terrorismo de Estado.

 

Respondiendo a la convocatoria del Foro Social Transatlántico, miles de jóvenes procedentes de numerosas comunidades autónomas, y acompañados por dirigentes de Izquierda Unida, recorrieron las calles que separan la Glorieta de Carlos V y Plaza de España. La manifestación era encabezada por una gran pancarta en la que se leía 'No a la explotación en América Latina. Contra la Europa del capital y la guerra'. Entre los manifestantes se encontraban representantes de las Madres de Plaza de Mayo, de Argentina, dirigidas por su presidenta, Hebe de Bonafini.

 

Al final de la marcha, hablaron Bonafini, Rosario Ibarra, de México, y Carlos Gonzalo de Colombia. Todos los oradores criticaron a EE UU, el FMI, la ONU y a los gobiernos 'lacayos' de América latina.

 

Una oradora del Foro denunció que el pensamiento sea considero hoy una actividad 'subversiva', y pidió al presidente del Gobierno español, José María Aznar, que 'nos incluya en la lista de terroristas' porque 'acá estamos, acá pensamos y acá peleamos'.

 

La responsable del Foro recordó, entre aplausos, que 'otro mundo es posible, urgente e impostergable', y convocó a todos los manifestantes a las actividades antiglobalización organizadas en ocasión de la próxima cumbre de la Unión Europea en Sevilla.

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