El Estadio Olímpico de Sevilla amplía capital para saldar sus deudas con ACS
El Estadio Olímpico de Sevilla cerró ayer ante notario un crédito sindicado que le permitirá asumir una ampliación de capital de 138,2 millones de euros. El préstamo, según confirmó el propio presidente de la sociedad, Rafael Carmona, tiene como garantía los dividendos pasivos de las cuatro Administraciones que participan en el proyecto: el Gobierno central, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Diputación de Sevilla. No acuden a la ampliación ni participan en su financiación los socios minoritarios (las cajas El Monte y San Fernando) y los equipos del Sevilla y el Betis, según fuentes cercanas a la operación.
Con esta capitalización, la sociedad podrá salvar sus deudas de 93 millones de euros con ACS, que construyó el estadio. La ampliación ha sido desembolsada en un 25%, unos 34,5 millones de euros de inyección, que colocarán el capital social de la sociedad en cerca de 72 millones de euros, según los últimos datos del registro.
Una operación de similares magnitudes se anunció hace justo un año, aunque la ampliación de capital no llegó a materializarse por las reticencias de las Administraciones involucradas, cada una de distinto signo político. Entonces se avanzó que la financiación de la operación, que también se hacía mediante un crédito, se extendería por espacio de 12 años. La previsión era que la Junta y el Gobierno central participarían en la ampliación con un 32,4% cada una, mientras que el Ayuntamiento de Sevilla asumía un 19%, y la diputación, un 16,2%.
Una vez saldada la deuda con la constructora y oxigenada la situación financiera, los gestores del Estadio Olímpico se disponen a intentar rentabilizarlo. Para ello, tendrán que convencer a los dos equipos de la ciudad (Sevilla FC y Betis) de que dejen sus respectivos campos y se vayan a jugar al Olímpico.
La idea de recurrir a un préstamo para financiar la necesaria ampliación de capital la lanzó hace dos años el ex presidente de la sociedad que gestiona el estadio Joaquín Blanco, hombre de confianza del líder andalucista Alejandro Rojas-Marcos. La propuesta fue entonces un préstamo sindicado a 12 años emitido por el BSCH por los 93 millones de euros de la deuda.
La operación, asesorada por la consultora Garrigues & Andersen, según Blanco, sería realizada 'en las mejores condiciones de mercado'. Entre sus condiciones se incluía que cualquier aportación de capital por parte de terceros y los excedentes generados servirían para amortizar el préstamo.
El colosal estadio se promovió en 1992 como plato fuerte de la candidatura de Sevilla a las Olimpiadas de 2004. Fue una concesión política al ex alcalde andalucista Rojas-Marcos a cambio de sus apoyos a los Gobiernos municipales primero del PP y después del PSOE. Una concesión que ha costado más de 120 millones de euros. De esta forma, tanto el Partido Andalucista como PP y PSOE terminaron implicándose en el proyecto.
Ceder la gestión
Pero el estadio tiene problemas hasta para conseguir la rentabilidad de explotación, es decir, cubrir los costes de tres millones de euros anuales que requiere su mantenimiento. El proyecto tuvo una desviación presupuestaria reconocida por su presidente de 24 millones, y de 48 millones, según el PP y el Gobierno, que llegó a amenazar con no pagar su parte de la deuda si antes no se le justificaba el desfase.
Descartada la privatización del Estadio Olímpico de Sevilla por todas las partes implicadas, la sociedad gestora asegura que cederá la gestión a manos privadas cuando la explotación sea rentable.
La polémica mano de los andalucistas
El Partido Andalucista (PA) ayuda a los socialistas a gobernar tanto en la Junta de Andalucía como en el Ayuntamiento de Sevilla. Y sus parcelas de poder son siempre polémicos y cotos inexpugnables para sus socios.
Los conflictos internos PSOE-PA son episodios constantes en las dos Administraciones. Si en el Gobierno andaluz la Consejería de Turismo es tan ajena para el presidente Manuel Chaves como para la propia oposición del PP, en el plano municipal la poderosa Delegación de Urbanismo de Rafael Carmona (PA) vive como república independiente sin control alguno del alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín.
Así, los andalucistas han liderado proyectos que los socialistas han debido asumir pese a sus reticencias, como el propio Estadio Olímpico, presidido por Carmona y promovido en 1992 por el histórico líder del PA, Alejandro Rojas Marcos. Y la pugna política se ha trasladado a más de un proyecto de calado para Sevilla. æpermil;ste es el caso de Puerto Triana, un gran centro comercial y de ocio apadrinado por el PA al que la Junta (Obras Públicas) se niega a otorgar licencia.
El PA también trata ahora de capitalizar el filón aeronáutico del A-400M promoviendo un parque aeronáutico propio al margen del que impulsa el Gobierno andaluz.