François Michelin se jubila como presidente del grupo de neumáticos
El presidente honorífico de Michelin, François Michelin, anunció en la junta de accionistas de ayer que abandona la compañía francesa fabricante de neumáticos. François Michelin, que cumplirá 76 años el próximo mes de junio, es nieto del fundador de Michelin y deja el grupo tres años después de ceder la presidencia ejecutiva a uno de sus seis hijos, Edouard Michelin.
Durante 47 años al frente de Michelin, una empresa familiar que cuando heredó de su abuelo era la décima del sector en el mundo, este empresario francés ha conseguido aupar a su grupo a la primera plaza de los fabricantes de neumáticos.
Michelin emplea ahora a 127.000 personas y el año pasado registró una facturación de 15.800 millones de euros y unos beneficios netos de 314 millones de euros. La imagen de la compañía, que tiene 80 fábricas en el mundo y vende sus neumáticos en 140 países, se ha convertido además en un símbolo planetario: el famoso muñeco blanco de goma, que con el paso de tiempo y el peso de las modas ha ido perdiendo volumen en sus celebres michelines.
Legendario por su conocimiento del producto, por su obsesión por el secreto de fabricación y por su olfato económico, Michelin ha aplicado una política paternalista en su empresa con la creación de guarderías, escuelas, hospitales y centros lúdicos. Su hijo Edouard encarna un espíritu de apertura, aunque iniciado desde hace algunos años por su padre.