A debate, la subida de tipos
La montaña no parió un ratón y ayer, como la vieja canción, fue un gran día de resultados en España y en Europa. Los pesos pesados de la petroquímica y de las telecomunicaciones rindieron cuentas a inversores, accionistas, observadores y analistas. No hubo, eso sí, sorpresa. Pero en esta coyuntura la ausencia de sorpresas significa que los resultados son débiles, en línea con lo esperado.
Fiascos, también, en las previsiones de grandes firmas de análisis respecto a los resultados de Telefónica. A veces los observadores no saben con certeza si tanto desatino de analistas en teoría de prestigio es algo así como ponerse la venda antes de recibir la pedrada o, también, si es un recurso al juego tradicional de desviar la atención previa hacia lo peor para que la realidad enmiende la plana. Artificios, en cualquier caso, que ya no tienen el impacto de antaño.
Hoy sigue la resaca con la variante técnica del vencimiento del futuro sobre los principales índices bursátiles del mundo. El tercer viernes de cada mes se ejecuta este vencimiento con distorsiones notables en los niveles de actividad y actuaciones especulativas concretas en valores con mucho peso.
Andan las Bolsas revueltas, con muchos asuntos que analizar. El de última hora provoca desazón. Se trata del debate en ciernes sobre los próximos movimientos al alza de los tipos de interés tanto en Europa como en Estados Unidos. Los precios suben presionados por el petróleo, ahora en el nivel más alto desde los atentados del 11 de septiembre.
En el Reino Unido ya se han lanzado serias advertencias en este sentido y en la eurozona todo parece indicar que la semana que viene estará marcada por este sentimiento.
En Estados Unidos reconocen, también, que la etapa de tipos de interés bajos muy bien podría haber concluido.