La UE escenifica su apoyo a América Latina sin ofrecer compromisos concretos
Los 48 mandatarios de los países de la Unión Europea, América Latina y el Caribe se reúnen hoy y mañana en Madrid para celebrar la segunda cumbre bilateral que pretende reforzar una relación considerada estratégica a ambos lados del Atlántico.
Los resultados, sin embargo, se prevén escasos, a la vista de las reticencias europeas a concretar acuerdos comerciales, como desean desde el continente americano, y la inestabilidad política que amenaza a muchos de estos países, pendientes además de cambios presidenciales en próximas fechas (Colombia o Brasil, por ejemplo). Tampoco ha resultado inocua para el desarrollo de la cumbre, y de la presidencia española en general, la incertidumbre derivada de los procesos electorales abiertos en Europa, como los de Francia, Irlanda o Alemania.
La reunión de hoy se centrará en tres ámbitos de actuación: el político, el económico y el de cooperación. Posteriormente se reunirán los Quince con los mandatarios de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y para mañana se dejan las reuniones bilaterales ya sólo de la troika con la comunidad andina, los países centroamericanos y México.
La declaración política de la cumbre estará centrada en el compromiso con la democracia y los derechos humanos y la lucha contra toda forma de terrorismo. En este punto, los Quince han tenido que rectificar sus posiciones iniciales ante la petición del presidente colombiano, Andrés Pastrana, de incluir a la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el listado europeo de grupos terroristas.
En el ámbito de la cooperación, la única baza a esgrimir por la cumbre será un programa de becas por 42 millones de euros y un programa de cooperación en materia de sociedad de la información (programa @LIS), al que la UE aportará 63 millones.
Pero serán los temas económicos y comerciales los que centren la atención de la reunión, precisamente por la falta de compromisos concretos con que parece que se saldará la cumbre. Ante la falta de avances en los acuerdos de integración y asociación, las empresas han tomado la iniciativa y han conseguido que los mandatarios asuman un acuerdo sobre facilitación de negocios para allanar las dificultades que los inversores encuentran en las dos regiones.
Será en Madrid cuando se concreten algunos de los acuerdos alcanzados en la I cumbre, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1999, como los relativos a la sociedad de la información, pero cuyo balance, en todo caso, es bastante pobre. Y será también cuando se fijen los objetivos y metas hasta la próxima reunión, que tendrá lugar en México.
La reunión contará con la ausencia, voluntaria, del presidente cubano, Fidel Castro, y, por enfermedad, del mandatario de Paraguay, Luis González Machi. La posición de Castro entre sus homólogos latinoamericanos se encuentra debilitada tras la ruptura de relaciones diplomáticas con Uruguay y el conflicto con México. Asimismo, los Quince pedirán al vicepresidente cubano, Carlos Lage, un mayor esfuerzo para garantizar el respeto a los derechos humanos.
Los Quince se encontrarán por primera vez con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tras el apoyo expresado por la UE al Gobierno que le arrebató el poder por 48 horas mediante un golpe de Estado.
Los mandatarios latinoamericanos han aprovechado su viaje a Madrid para mantener una intensa agenda de encuentros con inversores y empresarios, con el objetivo de impulsar los proyectos de inversión en sus respectivos países.
El BID insta a los Quince a impulsar las exportaciones de la región
Las posibilidades de Europa para fortalecer su posición en América Latina frente a las iniciativas de EE UU pasan por un impulso decidido de las exportaciones latinoamericanas y la cooperación empresarial, según un informe publicado ayer por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), informa Fernando Martínez. Ante la mera liberalización comercial, la institución multilateral apuesta por intensificar 'las iniciativas políticas y de las inversiones europeas en países latinoamericanos y caribeños'.
El comercio de estos países y la UE creció un 60% en la última década, pasando de 50.600 millones de dólares (55.600 millones de euros) a casi 81.000 millones de dólares (89.000 millones de euros) en el año 2000. Pero el balance es negativo para el continente americano. Mientras que las exportaciones americanas hacia el viejo continente crecieron un 25%, las exportaciones europeas hacia los países latinoamericanos y caribeños han aumentando un 105%.
El diagnóstico del informe es que el principal factor que ha determinado la evolución comercial entre los dos territorios es el de la Política Agrícola Común europea (PAC), que favorece a los productores rurales europeos y representa un gran obstáculo para la competitividad latinoamericana. El BID señala las relaciones con el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, como un paradigma del diálogo comercial entre Europa y América Latina.
'El desarrollo de las ventas al mercado europeo se ve frenado, entre otras cosas, por los elevados aranceles impuestos por la UE en aquellos sectores en que las exportaciones del Mercosur son más competitivas, como alimentos, productos agrícolas y pesqueros', señala el informe.
En los años noventa, el comercio entre Mercosur y la UE creció a un ritmo superior al 5%, sin embargo, las exportaciones del bloque americano crecieron por debajo del 2% anual.