La entrada de grupos extranjeros acelera la salida de valores de la Bolsa española
La CNMV autorizó, a última hora de ayer, las opas de exclusión de Hidrocantábrico y Omsa, y anunció la exclusión definitiva de negociación de Heineken. Ambas compañías habían anunciado meses atrás su intención de abandonar el parqué, un movimiento que cada vez se repite más en el mercado español. Diez empresas han salido del parqué en el último año y medio o han anunciado su intención de hacerlo.
Los abandonos, que excepto Hidrocantábrico corresponden a valores de pequeña capitalización, son consecuencia de fusiones. Ocho de las diez empresas que han decidido salir del mercado están controladas por grupos extranjeros.
Desde enero de 2001 hasta la fecha se han producido seis exclusiones de cotización. A excepción de Meliá Inversiones Americanas, todas las empresas que ya han abandonado los parqués españoles -Asturiana de Zinc, Cristalería Española, Heineken, Superdiplo y Bodegas y Bebidas- están controladas por grupos extranjeros.
También lo está la eléctrica Hidrocantábrico, que recibió ayer la autorización del regulador para lanzar su propia opa de exclusión, y que desde finales del año pasado tiene como accionistas mayoritarios a la portuguesa EDP y a la alemana EnBW. La oferta se dirige al 3,65% del capital de la empresa que está en manos de pequeños inversores que no aceptaron ofertas anteriores. Hidrocantábrico paga 27,3 euros por título, un 0,58% más que el cierre de ayer.
Omsa, cuya opa de exclusión también fue aprobada ayer, es una de las empresas que no está en manos de extranjeros. El 87% del capital pertenece a Campofrío desde que ésta tomase el control en 2000 a través, también, de una opa. Omsa ofrece 8,3 euros por acción, un 1,72% sobre la cotización.
Otras dos compañías controladas por firmas extranjeras han mostrado su intención de abandonar la Bolsa española. Es el caso de Banco Esfinge y de la inmobiliaria Filo. El banco portugués Finantia controla el 97% del Banco Esfinge, que en una junta celebrada en noviembre anunció su intención de lanzar una opa de exclusión sobre sus propias acciones para abandonar la Bolsa española.
Por su parte, la Inmobiliaria Filo lanzó en noviembre una opa de exclusión sobre el 2,12% del capital que todavía permanece en Bolsa. El plazo de aceptación concluye hoy. El grupo holandés ING controla casi el 98% de la inmobiliaria catalana.
Según explica Jordi Falgueras, este tipo de operaciones suele producirse en unos momentos en que los grupos que controlan gran parte del capital tienen una buena capacidad de inversión y aprovechan la escasa liquidez del valor y la infravaloración del mercado para tomar el control total de sus inversiones en el extranjero. 'No debemos olvidar que muchas de estas compañías que se retiran del parqué son empresas rentables', añade este experto.
En la mayoría de los casos -como en los de Cristalería Española, Asturiana de Zinc, Heineken, Superdiplo o Bodegas y Bebidas-, el anuncio de opa sobre la totalidad de las acciones de una compañía (que suele desembocar más tarde o más temprano en una opa de exclusión) genera fuertes alzas en Bolsa, lo que refrenda la teoría de que el precio de mercado no reflejaba el valor real de la compañía. Falgueras destaca, asimismo, que los extranjeros son más proclives a sacar del mercado español empresas recién compradas como éstas.
Adiós a un histórico
La sesión de ayer también fue testigo de la despedida de un histórico del parqué. La cervecera Heineken, antiguo grupo El Águila, cerró sin cambios, a 7,5 euros por acción, y no estará en la apertura de la sesión de hoy. La compañía era una de las empresas de mayor tradición en los parqués de Madrid y Barcelona hasta que fue adquirida por Heineken. El grupo holandés se hizo con el 97,19% de El Águila con una opa lanzada en septiembre de 2001.
Entre las empresas que en los últimos meses presentaron una opa de exclusión destaca la particularidad de Banesto. Este banco, controlado en un 98,6% por el Santander, canceló a finales de abril sus planes de abandonar la cotización en Bolsa. La intención de la nueva presidenta de la entidad financiera, Ana Patricia Botín, es ahora aumentar el capital flotante del banco hasta el 10%, para lo que lanzará una oferta de acciones a lo largo de este año.