El verdadero efecto del euro se escondía tras las rebajas
Pero todo acaba. En el mes de abril los consumidores nos quedamos sin esta reducción de precios de temporada y el temido incremento de precios provocado por la entrada en vigor del euro que todos notábamos ya en la calle desde comienzos de año, comienza a hacerse palpable en cifras y datos sobre el papel.
Este mes la inflación interanual se situó en el 3,6% y se produjo el mayor incremento mensual desde hace 10 años (+1,4%). Grupos como Vestido y Calzado que en enero bajaron un 7,5% ahora suben un 7,1%. Asimismo, las bebidas alcohólicas y el tabaco pasan del -0,1% en el primer mes del año a +4,1% en abril ; la Alimentación del 0,3% al 0,6% y el Menaje del 0,3% al 0,6%, entre otros. No es necesario resaltar más. El incremento está claro y el Gobierno no ha visto otra alternativa que admitirlo al fin, después de cuatro meses de ambigüedades.
En opinión del secretario de Estado de Economía, José Folgado, el IPC de abril es un dato "claramente insatisfactorio" que ha elevado la tasa interanual en cinco décimas respecto al mes anterior y ha hecho que el diferencial de precios de España respecto a Europa supere el punto, lo que considera "negativo".
El secretario de Estado de Economía ha explicado como el encarecimiento del vestido y el calzado ha sido el responsable del 51% del IPC de abril, debido, en parte, a la volatilidad que este grupo ha adquirido con la nueva metodología aplicada por el INE. Ha reconocido, además, que la tasa interanual de este grupo -"cuyo mercado está completamente abierto a la competencia"- de los últimos años se situaba entre el 2 y el 3%, mientras que ahora se ha duplicado y ya supera el 6%, por lo que "cabe pensar que el efecto redondeo ha sido uno de los motivos de su notable subida". Sin embargo, este efecto ¢debería ser coyuntural y no tener continuidad¢.
No obstante, Folgado considera que existen datos para indicar que la inflación iniciará una senda descendente en los próximos meses, dados los precios que en los últimos días presentan los alimentos frescos y la incidencia favorable en la agricultura de la actual situación meteorológica.
La Unión de Consumidores de España (UCE) ha alertado del "descontrol" de la inflación que, a su juicio, tiene como causa fundamental la subida de los precios provocada por la entrada en vigor del euro, y ha exigido al Gobierno medidas urgentes para paliar esta situación.
Esta organización ha vuelto a resaltar que el cambio metodológico en el Indice de Precios de Consumo (IPC) había "suavizado" hasta ahora la "evidente subida de los precios" en muchos sectores a raíz de la entrada en vigor del euro, con la complicidad del Gobierno que "ha impedido la comparación de las cifras de diferentes ejercicios".
Sin embargo, considera que el incremento de precios se ha manifestado este mes "y la realidad ha puesto de manifiesto lo que con reiteración se venía denunciando por asociaciones y consumidores".
La subida de precios motivada por los redondeos y el incremento en los impuestos que entraron en vigor en enero (gasolina, electricidad, IVA en butano y autopistas), era esperada por la Administración que ya había señalado la posibilidad de que la tasa de inflación se elevara en el primer mes del año cerca de siete décimas con lo que la tasa interanual (correspondiente a los últimos 12 meses) del IPC se aproximaría al 3,5%, teniendo en cuenta que el ejercicio pasado cerró con un incremento del 2,7%. Por otro lado, un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios, había pronosticado una subida del 1,6%. El dato de inflación en enero fue del 0,1%, un porcentaje encubierto por el ¢efecto rebajas¢ que tarde o temprano acabaría por manifestarse.
Aunque la adopción del euro tiene como principal objetivo del BCE una mayor estabilidad de precios que supone el mantenimiento de una inflación baja y estable, parece ser que una vez puesta en circulación la nueva moneda las cosas son muy diferentes.
El estudio elaborado por la Organización de Consumidores y usuarios entre los meses de septiembre y noviembre del pasado año, ya reveló un alto número de errores en la conversión de pesetas a euros, con un incremento medio del 7% para los precios expresados en la nueva moneda. Esta organización destacaba, ya entonces, que entre los sectores en los que se ha registrado un mayor subida de los precios están las panaderías, con un incremento medio del 15%; los bares y cafeterías, con un aumento del 4,7% y los cines, un 5,7%.
En cuanto a los bares y las cafeterías se refiere, la OCU señalaba que dicho incremento se debía a que "la fijación de precios psicológicos en euros crean en el consumidor una sensación de que el producto es más barato.
La OCU destacaba también en este informe el creciente número de errores que se daba durante estos meses previos a la introducción del euro en las gasolineras "donde más de la mitad de los precios expuestos en euros están mal calculados". La mayor parte de las estaciones de servicio ni siquiera ofrecía la referencia en pesetas. En este estudio se especificaba además que a medida que se acercaba la fecha de introducción de la nueva moneda "el porcentaje de errores en la conversión de pesetas a euros es del 7%, superior en un punto respecto al control que hicimos en el mes de septiembre.
En referencia a los errores en la conversión, el informe de esta organización demostraba que esta cifra asciende al 13,3%, porcentaje muy superior al 6% que se registró en diciembre, debido principalmente a que la conversión se realizaba de pesetas a euros y no al contrario, lo que en algunas cifras provoca desajustes, que son de aproximadamente una peseta arriba o abajo.
Sin embargo, no todos los datos aportados son negativos: el estudio de la doble indicación de precios en pesetas y euros, ha alcanzado este mes el 83% de los productos, lo cual se ha considerado "bastante satisfactorio", teniendo en cuenta que no es obligatorio. Los precios aparecen indicados sólo en la nueva moneda en el 13% de los casos, mientras que en el 4% de los productos se indican sólo en pesetas.
Las normas explican en el artículo 11 de la Ley para la introducción del euro en España establecidas por el Banco Central Europeo que, para realizar la conversión de la moneda nacional al euro, se hará el redondeo por exceso o por defecto al céntimo más próximo, es decir, si el tercer decimal que resulta de dividir la cantidad en pesetas por el tipo de conversión es superior o igual a cinco, el segundo decimal debe redondearse al alza, y si es inferior a cinco, el segundo decimal se redondeará a la baja.
Este redondeo es una medida necesaria ya que la conversión de pesetas a euros puede suponer precios con numerosos decimales (ej: 2,3453 euros). Sin embargo, a la hora de pagar o cobrar únicamente puede figurar dos decimales. Para ello se han establecido unas pautas de redondeo para los importes a abonar y contabilizar en los países que han adoptado la nueva moneda. En cuanto al redondeo de pesetas a euros, estos últimos deberán redondearse al céntimo más próximo por exceso - si el tercer decimal es 5, 6,7,8 ó 9 - o por defecto -si el tercer decimal es 1,2,3 ó 4.
En el segundo caso en el que se establece el redondeo de euros a pesetas, deben redondearse a la unidad peseta más próxima por exceso -si el primer decimal es 5, 6,7,8 ó 9- o por defecto - si el primer decimal es 1,2,3 ó 4 (ej: si un producto cuesta 332,63 ptas deberá contabilizarse como 333 pesetas.
La aplicación rigurosa de estas normas no supondría, en ningún momento, un incremento de los precios significativo.
Las estimaciones de la oficina estadística comunitaria, Eurostat, indican que el índice de inflación de los doce países de la eurozona armonizado cuyo dato oficial se dará a conocer el próximo jueves, bajó en abril tres décimas, hasta el 2,2%.
El nivel del pasado mes permanece así dos décimas por encima del objetivo de inflación establecido por el Banco Central Europeo (BCE) para la eurozona como referencia para tomar decisiones en política monetaria.
Otmar Issing, economista jefe y miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo cree que la subida del precio del crudo no es "motivo de alarma" y que no hace peligrar la prevista bajada de la inflación de la eurozona en los próximos meses.
Issing añadió que, en cualquier caso, el banco europeo observará de cerca la evolución del precio del petróleo. Si el encarecimiento del crudo se mantiene dentro de un orden, la inflación de la eurozona se situará en los próximos meses por debajo del 2%, tope fijado por el BCE, añadió el economista alemán. Sin embargo, Issing añadió que la inflación de abril será todavía superior.
Por su parte, Bruselas espera que el crecimiento medio del consumo privado en la eurozona alcance el 1,2% este año y el 2,5% en el 2003, que la inflación se mantenga en torno al 2,2% (frente al 2,5% del 2001) y reconoce que la introducción del euro el pasado 1 de enero aportó 0,16 puntos porcentuales al aumento de precios durante ese mes.