Duhalde sugiere compensar a los ahorradores con bienes del Estado
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, fracasó en su intento de acordar con los bancos un plan para terminar con el corralito. La inflexibilidad de las entidades financieras, que le exigían al Gobierno una compensación de 12.000 millones de dólares (13.200 millones de euros) por las pérdidas ocasionadas por la conversión de dólares a pesos de los créditos otorgados al público, echó por tierra el segundo intento del presidente Duhalde de terminar con la crisis financiera que impide cualquier salida de la economía de su completa parálisis.
Pero ayer Duhalde adelantó una vía de solución inédita y altamente difícil de concretar. ¢El Estado tiene miles y miles de inmuebles que no utiliza. Debemos estudiar cómo podemos compensar esos depósitos con bienes del Estado. Hay tierras, inmuebles, una manera de garantizarle al ahorrista¢, indicó el presidente.
El plan consistiría en entregarles a los ahorradores bonos que les permitan comprar esos activos inmuebles del Estado. Analistas consultados en Buenos Aires dijeron que ¢se trata de una propuesta a la cual no le veo viabilidad. ¿Quién va a querer comprar edificios públicos o terrenos (solares) para venderlos a quién?¢. Un banquero opinó, por otra parte, que ¢esto no pasa de una fantasía¢. De cualquier manera, la propuesta presidencial se encuentra en estudio por Lavagna, quien no se ha pronunciado al respecto.
Mientras tanto, la situación del sistema bancario se agrava día a día. Los bancos Río (SCH) y Citibank decidieron trasladar sus divisiones de atención a grandes clientes a Montevideo y Santiago de Chile, respectivamente. El BBVA informó ayer en Madrid que aportará 50 millones de dólares a su controlado Banco Francés de Uruguay, con el objetivo de atender las demandas de liquidez del público, impidiendo así el efecto contagio de la vecina Argentina. Asimismo, el Banco de Galicia, recientemente rescatado por un grupo de bancos extranjeros con una inyección de 880 millones de euros, está procediendo a una reestructuración que supondrá el cierre de un tercio de sus oficinas, una masiva reducción de plantilla de miles de personas y un recorte de sueldos por encima de los 800 pesos (unos 270 euros). En conjunto, los bancos se aprestan a realizar un descomunal ajuste que dejará sin trabajo a miles de empleados. Un nuevo frente de conflicto para el atribulado Duhalde.
Sin embargo, para evitar que el país quede al margen del sistema financiero internacional, Argentina pagará mañana un vencimiento de 740 millones de dólares al Banco Mundial. Aunque no hay confirmación oficial, se da por hecho que lo haga con reservas del Banco Central.
Por otra parte, el ala radical del sindicalismo argentino pospuso ayer la huelga nacional de 12 horas y la movilización callejera convocada para hoy a causa de las fuertes tormentas que caen sobre Buenos Aires desde el sábado.