Los olivareros aseguran que las ayudas por superficie no arreglan el mercado
El reciente anuncio de la Comisión de Agricultura de sustituir las actuales ayudas al aceite ligadas a la producción por un sistema ligado a la superficie ha dejado fríos a los olivareros españoles: no alivia el estrangulado mercado español del aceite. Los precios han caído un 25% en los últimos años, el consumo apenas repunta y la exportación suele ser de graneles, de menor valor añadido que los aceites envasados.
Jaén solo ha producido este año más aceite que toda Italia. Y no será el último: según datos del Consejo Oleícola Internacional España incrementará sus producciones aceiteras cada campaña hasta 2008 algo más de un 20% para todo el periodo; sólo a partir de esta fecha, cree este organismo que la demanda superará la oferta y el mercado gozará de un cierto equilibrio.
Hasta entonces habrá demasiado aceite en España. Tanto que los tímidos repuntes de consumo y exportación distan mucho de aliviar el mercado porque se suscitan gracias a caídas continuas de precios. De hecho, a pesar de que las cantidades se disparan hasta lograr récords históricos durante las últimas campañas, la facturación continúa plana. Este paisaje induce a los responsables agrarios a buscar soluciones. España es el país más afectado de toda Europa por la sobreproducción oleica.
El comisario de Agricultura de la UE, Franz Fischler, considera que las ayudas por superficie erradican las prácticas de algunos olivareros de declarar producciones de olivos plantados después del 1 de mayo de 1998 (fecha que delimita la producción aceitera con derecho a ayudas) atribuidas a explotaciones registradas legalmente.
Y piensa Fischler que las subvenciones ligadas a la superficie mejoran la calidad de este producto. Finalmente, opina que se regulará el mercado porque será imposible que entren nuevas plantaciones y, por tanto, se suavizarían los repuntes productivos.
Sin embargo, los olivareros españoles no creen lo mismo. Entre otras cosas, porque el ministro español de Agricultura ya les ha cercenado algunas esperanzas: 'Es muy complejo lograr incrementos (presupuestarios), tendremos que buscar mejores vías indirectas', ha dicho Miguel Arias Cañete.
Pero aunque así fuera, y aunque podría haber margen para estos incrementos, los productores no detectan en los debates medidas reales para aumentar el consumo del aceite, elevar su precio y la exportación de calidad. De hecho, la mayoría del aceite español se exporta a granel, por lo que por lo general, en muchas ocasiones vuelve a nuestro país envasado.