De la viña y corte
Madrid tiene una dimensión rural vinculada al campo y al cultivo de la cepa. Es de las pocas capitales del mundo que elaboran vino y que, además, cada día lo hace mejor
El cultivo de la vid en Madrid se remonta al siglo XVIII con datos documentados y mucho más atrás según los vestigios de dicha actividad. La capitalidad fomentó su desarrollo en un primer momento, pero posteriormente la llegada de barriadas populosas y la creación de polígonos industriales provocó una reducción de las plantaciones. A pesar de esta recesión lógica, la tradición elaboradora se ha mantenido hasta nuestros días. En los últimos años, la Denominación de Origen Vinos de Madrid ha consolidado su presencia en el mercado nacional debido en gran medida a la revolución interna que cada viticultor y bodeguero está realizando: modernización de las instalaciones, mejora del proceso de elaboración, búsqueda de nuevos mercados, promoción, etc. A finales de 1990 se conseguía la denominación de origen y el consejo regulador comenzaba una labor de control, apoyo y difusión de esta comarca vitivinícola acogiendo 33 bodegas y más de 4.000 viticultores, con una extensión total de viñedo de 11.758 hectáreas.
Tres subzonas productoras dignifican los vinos de la capital. La subzona de Arganda comprende 30 municipios del sureste de la comunidad que, junto a la finca El Encín en Alcalá de Henares, albergan cerca del 50% del viñedo inscrito en el Consejo Regulador Vinos de Madrid. Allí, en tierras bañadas por el Jarama, nacen variedades como la blanca malvar y la potente tinto fino, que se benefician de un clima continental y una pluviometría de 461 mm. anuales, la menor de toda la denominación. Muchas horas de sol hacen que el fruto madure adecuadamente; sin embargo, la escasa fertilidad del terreno provoca producciones cortas.
Al sur de la comunidad encontramos la subzona de Navalcarnero, en una llanura recorrida de norte a sur por el Guadarrama. La integran 19 municipios, que representan en torno al 15% del viñedo total de la denominación. Sus terrenos pardos y su pluviometría media de 529 mm. son perfectos para el desarrollo de su uva predilecta, la garnacha, con la que se elaboran famosos rosados que se han visto complementados en los últimos años con tintos varietales con crianza en roble. En general, son vinos enérgicos y de buen color, con buenos aromas frutales y equilibrio.
Con nueve municipios en su seno, la subzona de San Martín se sitúa al suroeste. Esta comarca representa un 35% del viñedo de la comunidad, con la uva blanca albillo y la tinta garnacha como protagonistas. La proximidad con el Sistema Central y la sierra de Gredos protege este cultivo de los vientos fríos del norte, proporcionando una clima continental más templado y húmedo. La pluviometría es mayor, ascendiendo hasta los 658 milímetros anuales. Los suelos, tierras pardas sobre granito, presentan buena disposición para el perfecto cultivo de la cepa. Allí nacen tintos de garnacha robustos, con buen cuerpo y color, cálidos y muy sabrosos. También se producen rosados muy personales y blancos tradicionales, muy populares, elaborados con la variedad albillo.
Todas las bodegas acogidas bajo la denominación cuidan minuciosamente el proceso enológico, desde la selección de las uvas hasta su transporte a las bodegas, y utilizan las más modernas tecnologías en la elaboración, conservación y embotellado de sus vinos. Vinos de Madrid puede ofrecer hoy joyas enológicas como el inigualable Divo, elaborado por Bodegas Ricardo Benito en Navalcarnero; el buen criterio y la justa crianza en barrica de Heredad Torresano Crianza 98, elaborado por Bodegas Jesús Díaz en Colmenar de Oreja, o la constancia de Bodegas Jeromín desde Villarejo de Salvanés, las dos últimas dentro de la subzona de Arganda.
Divo 1999 Tinto Cosecha 1999
Con Tinto Fino procedente de un viñedo de 60 años y una elaboración muy especial nace esta joya castiza que inicia una verdadera revolución en la denominación, elaborado por esta empresa familiar fundada en 1940. La madera de las barricas es de roble francés Allier y roble americano. Un tinto de intenso color rojo picota madura casi opaco, limpio y brillante. Posee una nariz compleja compuesta por aromas de frutas del bosque bien maduras entremezcladas con tonos lácticos y notas de almizcle. En boca se presenta vivo y carnoso. Perfecto desarrollo gustativo, dejando por vía retronasal agradables notas especiadas y de torrefacción. Largo y elegante final de boca. Acompañar con guisos consistentes y caza mayor.
Bodega: Ricardo Benito. Crianza: 12 meses en roble nuevo francés y americano. Variedades: tinto fino. Cosecha: 1999 -muy buena-. Temperatura: 18º C. Precio aproximado en bodega: 140 euros.
Cosecha de Familia Félix Martínez Reserva 1997
Ubicada en Villarejo de Salvanés, Vinos Jeromín abre sus puertas en 1956, pero no será hasta 1985 cuando incorpora equipo técnico y humano para relanzar sus vinos. Con Cosecha de Familia Félix Martínez nos ofrece un tinto de color rojo cereza guinda con ribete suavemente teja. En la fase olfativa empieza desplegando elegantes notas de reducción correspondiente a la serie animal y más tarde aparecen notas balsámicas y fondos especiados, para cerrar el recorrido aromático con un sutil fondo herbáceo. En boca se muestra carnoso, sabroso y con unos taninos vivos, expresivos y en vías de armonización. Un vino perfecto para combinar con asados de caza mayor y carnes rojas de res grande.
Bodega: Vinos Jeromín. Crianza: 24 meses en barricas de roble francés y americano. Variedades: tempranillo, cabernet sauvignon y merlot. Cosecha: 1997 -buena-. Temperatura: 17º C. Precio: 25,78 euros.
Heredad Torresano Tinto Crianza 1998
Bodegas Jesús Díaz lleva elaborando vinos en la Comunidad de Madrid desde 1898. A lo largo de cuatro generaciones sus instalaciones han ido creciendo y sus líneas de producción modernizándose, sin renunciar a su esencia tradicional. Entre sus varietales sobresale la magnífica crianza aplicada a su tempranillo o tinto fino, resultando un vino color rojo granate con ribete ligeramente atejado. En nariz despliega aromas de intensidad media, donde aparecen muy bien integrados los tonos frutales con las maderas de buena calidad. En boca es redondo, carnoso, con recuerdos de frutos maduros muy bien ensamblados con la madera. Buena compañía para carnes rojas a la brasa, legumbres o quesos curados.
Bodega: Jesús Díaz. Crianza: 11 meses en roble francés y americano. Variedades: tinto fino. Cosecha: 1998 -muy buena-. Temperatura de servicio: 17º C. Precio aproximado en bodega: cuatro euros.