Las leyes exigidas por el FMI dividen al Congreso argentino
La historia vuelve a repetirse con rapidez en Argentina. Cuando el compromiso para aprobar las leyes que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) parecía asumido por toda la clase política, el Congreso volvió a quedar ayer dividido en torno a la votación de la Ley de Subversión Económica y la Cámara de Diputados retrasó, de nuevo, la aprobación de la Ley de Quiebras. La negativa del Congreso a aprobar ambas leyes provocó la renuncia del anterior ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, y con ello una nueva crisis política.
Los senadores del Partido Justicialista accedieron a derogar la Ley de Subversión Económica, en lugar de modificarla, como pretendían inicialmente, ante la falta de votos suficientes para sacar adelante su proyecto.
La votación provocó inmediatas críticas políticas, ya que, con ello, se impedirá la persecución judicial de banqueros por supuestos delitos de blanqueo de dinero y fuga de capitales. Los diputados peronistas sacaron de nuevo a relucir sus diferencias con el Gobierno al afirmar que dudaban en refrendar la decisión del Senado porque representa la impunidad de los delitos económicos. Asimismo, aplazaron la votación de la Ley de Quiebras.
La división del Congreso es un duro golpe para el Gobierno que preside Eduardo Duhalde, que necesita la aprobación de esas leyes para conseguir el apoyo del FMI. A las dudas de los peronistas, con mayoría en el Congreso, se suma el rechazo de la Unión Cívica Radical, por lo que las posibilidades de aprobar los cambios en ambas leyes en los próximos días parece cada vez más lejana.
Esta situación dificulta la posición de Duhalde de cara a las negociaciones en torno a los próximos vencimientos del pago de la deuda que mantiene con el Banco Mundial. El Gobierno ha solicitado a varios países latinoamericanos un crédito para hacer frente al pago de 740 millones de dólares (814 millones de euros) del próximo martes, pero no ha obtenido respuesta.
Por ello, el Ministerio de Economía intentaba negociar ayer un aplazamiento de los vencimientos como la 'opción más viable' para el quebrado país, pero aseguró que se hará frente a los pagos 'sí o sí', aunque para ello deba recurrir a las reservas del Banco Central. El objetivo es evitar la suspensión de pagos con los organismos internacionales, lo que le impediría acceder a nuevas ayudas financieras del Fondo Monetario Internacional.
No será la única batalla que Duhalde deberá afrontar ese día. La principal central sindical confirmó ayer la convocatoria de huelga general para el 14 de mayo, ante la ausencia de una política de empleo y crecimiento por parte del Gobierno, aseguran.
La situación social es, en todo caso, insostenible. El Gobierno aprobó ayer una subida generalizada del gas natural del 2% para poder pagar los subsidios al consumo de hidrocarburos en el sur del país. También anunció la subida del pan.