Santana pierde un 59% menos en 2001
La empresa, propiedad del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), espera reducir aún más las pérdidas a lo largo de este ejercicio, en el que se percibirán ya los efectos de la reestructuración que culminó el pasado 31 de marzo con el pase de trabajadores a las empresas a las que se privatizaron líneas de negocio, de modo que se pueda entrar en beneficios en 2003.
El balance de la empresa fue analizado en el último consejo de administración y deberá ser aprobado en la junta general de accionistas que se celebrará probablemente en junio, según indicó Damián Cámara, que achacó la reducción de las pérdidas al inicio de la aplicación del Plan de Acción Social (PAS) que se acordó entre la Junta y los sindicatos en febrero de 2001 y del que emanó la reestucturación.
La empresa facturó el año pasado 302,5 millones de euros, un 20% menos que el ejercicio anterior, mientras que la fabricación de vehículos cayó un 32,77% pasando de los 33.821 todoterrenos en 2000 a 22.736 del año 2000.
Damián Cámara manifestó que estos datos de pérdidas demuestran que la empresa puede salir adelante, ya que se han mejorado los resultados de años anteriores, y rechazó que justifiquen una congelación salarial como la que está planteando la dirección dentro de la negociación del convenio colectivo.
Los sindicatos han pedido que el convenio incluya una subida del IPC más un punto con revisión salarial, tanto en 2002 como en 2003, mientras que la empresa apuesta por la congelación salarial en los dos años citados y un incremento del IPC para el año siguiente, aceptando negociar subidas si se aumenta la flexibilidad laboral y hay un compromiso de incremento de la productividad.
En la actualidad, Santana Motor cuenta con unos 600 trabajadores y trabaja en la fabricación del nuevo vehículo Aníbal, para lo que se han invertido 18 millones de euros y con el que se pretende reducir la dependencia de la multinacional japonesa Suzuki, cuyos modelos de todoterreno produce en la actualidad.