La productividad aumenta al 8,6% en EE UU, el mayor ritmo en 19 años
La productividad en EE UU sigue su camino del crecimiento, pero a un paso que ha sido calificado de 'espectacular' por el analista jefe de Merrill Lynch, Bruce Steinberg, entre otros. Todos los informes en los que se admitía que el porcentaje estaba por encima de sus previsiones señalaban tres datos clave. El primero, que la productividad de los trabajadores había crecido un 8,6% en el primer trimestre; que los costes unitarios por trabajador habían caído un 5,4% (el mayor descenso desde el segundo trimestre de 1983), y una caída de precios del 0,8%.
Con estos tres porcentajes algunos analistas concluyen que se está en el camino de la recuperación de márgenes de las empresas, algo que permitirá recuperar la senda de los beneficios. De acuerdo con los cálculos de Steinberg, cada punto porcentual de aumento en márgenes añade 12 puntos porcentuales al crecimiento de los beneficios, por lo que tanto desde esta firma como desde otras como UBS que ayer realizaron similares informes es de esperar una fuerte mejora de los beneficios el resto del año. El momento, según estas previsiones, se mantendrá porque se espera que la productividad se mantenga en estos elevados porcentajes durante el resto del año. De acuerdo con la teoría, que esta vez la práctica ratifica, la productividad aumenta durante las recuperaciones económicas, ya que los trabajadores han sido forzados a rebajar su actividad (por la necesidad de dar salida a los productos en reserva).
Si los costes laborales se mantienen a la baja, también se contiene la inflación mientras la economía crece y se deja además la puerta abierta para que comience la hasta ahora aletargada inversión empresarial. En el apartado negativo, las cifras dejan claro que por mucho que se recupere la producción y tras meses de despidos y ajustes de plantillas, la perspectiva de nuevas contrataciones es lejana.
No son buenas noticias pues para los que esperan que con la recuperación se produzca una recuperación en las cifras del desempleo, que el pasado mes llegó al récord del 6% de la población activa.
Mal para el empleo
Algunos analistas, e incluso algunos políticos, ya han levantado la voz de alarma ante la posibilidad de que esta crisis se resuelva sin impactar positivamente en el empleo. Uno de los principales motivos es que las empresas han ajustado plantillas a la vez que empiezan a rentabilizar las inversiones hechas en alta tecnología en la pasada década, que no sólo hace el trabajo más eficiente, sino que también requiere de menos mano de obra. Las noticias sobre la aceleración de la productividad consolidaban ayer poco antes de que se hiciera pública la decisión de la Reserva Federal con respecto al precio del dinero la idea de que se mantendrían los tipos en el porcentaje del 1,75%, el más bajo de los últimos 40 años.
'æpermil;ste es el tipo de noticias que le gusta a la Reserva Federal', aseguraba ayer a Reuters Gary Thayer, economista jefe de AG Edwards & Sons, 'porque muestra cómo los costes de las compañías se mantienen bajo control mientras la economía crece'.
Sólo un punto negativo. En un informe separado, se confirma que la reducción de inventarios se está ralentizando en comparación con la rebaja de éstos en los últimos nueve meses. De este dato depende que la industria se recupere y que la productividad siga por el camino que los analistas prevén.
Nuevos miembros de la Reserva Federal
El presidente de EE UU, George Bush, ha decidido nombrar a los economistas Ben Bernanke, de la Universidad de Princeton, y Donald Kohn, asesor de la Reserva Federal, para renovar los cargos pendientes en el comité de directores de la autoridad monetaria.
Según las fuentes consultadas por Reuters, Kohn sería nombrado para un mandato completo de 14 años, mientras que Bernanke completaría el mandato pendiente de dos años del gobernador Edward Kelley's. El nombramiento, aún no confirmado por la Casa Blanca, deberá ser ratificado por el Senado.
Los analistas interpretan que la elección de Bernanke, una de las autoridades académicas mundiales en política monetaria, y de Kohn, colaborador estrecho de Alan Greenspan, añadirán dos economistas de primer nivel al comité de directores de la primera autoridad monetaria mundial. Eso reforzaría el perfil académico del comité que deberá elegir al sucesor de Greenspan, cuyo periodo al frente de la Reserva finaliza en junio de 2004.
La presencia de Kohn también daría continuidad a la labor desarrollada por Greenspan y contribuiría a mantener la reputación de la entidad en los mercados financieros. Bernanke, por su parte, es firme defensor de los objetivos de precios.