Ponga dice a Garzón que no había visto hasta ayer el manual para eludir al fisco
El secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga llegó ayer poco antes de las once de la mañana a la Audiencia Nacional para declarar como testigo del caso de las cuentas secretas del BBVA. La declaración duró menos de una hora y fue interrogado únicamente por el juez Baltasar Garzón y el fiscal adscrito al caso, David Martínez Valero, aunque por primera vez durante el proceso estuvieron presentes los 26 abogados de los imputados por Garzón en el caso.
En su salida apresurada de la Audiencia, que le hizo incluso olvidar el DNI que necesitó para declarar, apenas se paró un minuto para explicar en qué habían consistido las preguntas y su testimonio. æscaron;nicamente insistió: 'Me he ratificado en lo que ya he declarado a la prensa'.
Y es que en la hora corta en la que estuvo en las dependencias judiciales, Estanislao Rodríguez-Ponga ratificó ante el juez que él no tuvo nada que ver con el Manual de productos fiduciarios, cuya autoría le atribuye el único testigo protegido en la causa, Nelson Rodríguez, antiguo empleado de BBV Privanza en Puerto Rico. Incluso aseguró que ayer era el primer día que había visto el citado manual, cuando el juez se lo mostró para que lo hojeara, y que se enteró de su existencia por la prensa, según relataron algunos de los abogados presentes en la declaración. En su defensa, Ponga esgrimió que el prólogo del manual está fechado en diciembre de 1997, 10 meses después de que se marchara del banco, en febrero de 1997.
El fiscal pedía la imputación de Rodríguez-Ponga al haberle relacionado el citado testigo con la creación de este manual para eludir impuestos del BBV Privanza, guía que habría contribuido a determinar y rentabilizar fiscalmente las consecuencias de las inversiones realizadas por BBV en el Banco Mercantil Probursa de México.
Cuando se le preguntó por su participación en esta operación, Rodríguez-Ponga aseguró que sólo intervino para elaborar un informe sobre la forma de tributar en el impuesto de sociedades las posibles minusvalías que el banco registrara por la pérdida de valor de las acciones de Probursa.
Precisamente, este informe fue el motivo de una primera conversación con el testigo protegido que ahora le implica, con el que habló en una segunda ocasión sobre los detalles del convenio de doble imposición entre España y Estados Unidos.
El único detalle que conoció de esta operación fue que se iba a ejecutar a través de la filial del BBV en Puerto Rico, ya que la legislación mexicana exigía realizar la compra desde un territorio incluido en el acuerdo NAFTA, que engloba a Estados Unidos, Canadá y México.
El alto cargo explicó que en 1992 entró a trabajar en el BBV como jefe de primera. Entonces dependía del director de la asesoría fiscal de la entidad, Jaime Basanta, quien fue sustituido por Gil Vera.
Según relató, su función en el banco consistía en ocuparse de las inspecciones que se hacían a la entidad y en resolver las consultas que le hacían las filiales, que siempre tenían que ver con el sistema tributario español, del que es experto.
Rodríguez-Ponga subrayó que nunca se encargó de ningún asunto relacionado con el BBV Privanza y que las consultas de las filiales nunca se referían a clientes de esta entidad, sino a los impuestos que correspondían a la matriz BBV.
Antes que Rodríguez-Ponga, ya han pasado por la Audiencia como testigos del caso el gobernador y subgobernador del Banco de España, Jaime Caruana y Gonzalo Gil, y el presidente del BBVA, Francisco González.