Revista de Prensa
Un presidente refundador en Francia
La responsabilidad que pesa sobre Jacques Chirac es proporcional a los votos que ha obtenido. Más de 8 de cada 10 franceses le han pedido que sea el garante de los valores republicanos (...). Cabe esperar que Chirac encuentre la respuesta adecuada a la pregunta que se hizo el pueblo francés tras la primera vuelta de las elecciones: ¿cómo hacer para que, como Chirac ha reconocido, 'cambie la política'? (...). Ahí estriba el principal desafío. El recalentamiento gubernamental y legislativo cada vez garantiza menos la eficacia (...). La voz de quienes sufren las consecuencias de sus decisiones (...) se hace escuchar cada vez menos. Chirac deberá presidir una auténtica refundación del Estado, que pasa por una redefinición de las competencias a nivel europeo, nacional y local (...).
Chirac, responsable ante la historia
'Francia a lo grande, Francia unida'. Sin duda, Chirac no podía adivinar, cuando eligió su lema electoral en enero, lo apropiado que sería al final de las elecciones (...). Porque pocas veces la cohesión nacional ha parecido tan débil, y raramente el futuro del país ha parecido tan incierto (...). Sus adversarios van a proclamar que el resultado es un plebiscito a favor de la República (...). Es falso (...). Es olvidar que los franceses, sobre todo, han expulsado a la izquierda del Gobierno (...). Y que los electores, más allá de la dispersión de voto, han dado una hoja de ruta muy clara: más seguridad (...), evitar que la inmigración sea un drama (...), asumir las reformas que permitan a la economía mantener su rango mundial (...), refundar partes del Estado para dejar margen a la reducción de la presión fiscal (...).