Sharon pide a EE UU que deje de apoyar a Arafat como líder palestino
El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, comenzó ayer sus entrevistas con el Gobierno de George Bush descalificando a Yasir Arafat por financiar el terror en Israel y pidiendo que sea reemplazado como interlocutor palestino. La UE exigió a Israel que presente las pruebas que ligan las ayudas europeas dadas a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) con la financiación del terror.
Sharon llevó ayer a Washington el mensaje de que no habrá negociaciones de paz hasta que Arafat no sea reemplazado como líder palestino. La ministra israelí de Educación, Limor Livnat, que acompañó al primer ministro en el viaje, dijo a la prensa que Israel iba a intentar convencer a Estados Unidos y a la comunidad internacional de que la paz no es viable sin la sustitución del palestino.
'Con un régimen corrupto como éste, en cuya palabra no se puede confiar, no podemos hacer acuerdos', dijo. 'Necesitamos poder continuar las conversaciones, pero con otro líder palestino', añadió.
El presidente de EE UU, George Bush, declaró ayer, la víspera de su encuentro con Sharon, estar 'decepcionado' con Arafat. 'Tiene que liderar. Debe mostrar al mundo que cree en la paz', dijo Bush, quien no quiso avanzar cuáles serían los temas que tratará hoy con el primer ministro israelí.
No obstante, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, señaló que la visión de Bush es que Sharon debe negociar con Arafat porque está al frente de la Autoridad Palestina. 'El presidente se centrará en la paz (...). Los ingredientes están ahí para que se pueda progresar. Sólo es cuestión de tiempo y paciencia', dijo Fleischer.
Como antesala de su encuentro con Bush, a quien presentará un plan de paz, Sharon se entrevistaba ayer con el secretario de Estado, Colin Powell, y con el responsable de Defensa, Donald Rumsfeld. Hoy, el primer ministro israelí se entrevistará además con la consejera de seguridad nacional, Condoleezza Rice.
Se espera que durante el viaje de Sharon se ultime la conferencia internacional propuesta por Israel, que ya ha dicho que no quiere que Arafat participe. Según Powell, la conferencia debería centrarse en tres puntos: el fin de la violencia, la revitalización económica de las áreas palestinas y un mapa político para el futuro.
En la Unión Europea las denuncias contra Arafat se tomaron con más reservas y se criticó la acusación israelí de que el líder palestino usó fondos europeos para financiar el terrorismo. 'La Comisión Europea examinará todas las pruebas disponibles tan pronto como el Gobierno israelí presente evidencias documentadas y las comparta con nosotros, lo que todavía no se ha producido', dijo ayer Gunnar Wiegand, portavoz del comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten.
Entre tanto, ayer seguía la incertidumbre sobre el fin del encierro en la basílica de la Natividad de Belén. Palestinos e israelíes no se han puesto de acuerdo en cuántas personas de las encerradas serán expulsadas del país al salir de la basílica y cuántas se enviarán a Gaza para ser juzgadas.
Tanto Powell como el responsable de la diplomacia europea, Javier Solana, y el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, afirmaron ayer que el acuerdo para poner fin al asedio del Ejército israelí a la basílica estaba cerca.
El precio del crudo registra la mayor caída en 20 días
El precio del barril de crudo West Intermediate Texas registró ayer la mayor caída en tres semanas en Nueva York al perder un 3,8%, es decir, un dólar, hasta los 25,62 dólares, aunque luego moderó su caída hasta los 25,92 dólares. A este nivel el precio está un 10% por debajo del de hace un año. El mercado de Londres, referente para Europa, permaneció ayer cerrado por festivo.
El abaratamiento del crudo se debe a la decisión de Irak, anunciada el domingo, de reanudar las exportaciones de crudo, interrumpidas hace un mes en protesta por la invasión de territorios palestinos por parte de Israel. Según lo anunciado por Bagdad, mañana volverán al mercado los dos millones de barriles de crudo que exporta Irak. El régimen de Sadam Husein no consiguió el apoyo de otros países árabes para presionar con su embargo a los israelíes. Irán y Libia fueron los únicos dos Gobiernos dispuestos a ello, pero Arabia Saudí, principal productor del mundo, se ha negado a usar el petróleo como arma.
También, la relajación de la tensión entre israelíes y palestinos ha empujado a la baja el precio, después de que haya subido desde comienzos de año por el temor a un recorte de la exportación desde Oriente Próximo, región que abastece del 30% del total consumido en el mundo.
El ministro qatarí de petróleo, Abdulá al-Attiyah, afirmó ayer que no es probable que la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) aumente su producción en la reunión del 26 de junio, porque 'el mercado tiene más petróleo del que necesita'.