La producción de componentes de automóvil se estanca

'Pese a la incertidumbre económica se está manteniendo la actividad', afirma en tono optimista Jiménez Saceda, quien maneja un escenario que varía entre la repetición de los niveles de negocio del año pasad, cuando se facturaron 24.311 millones de euros, un 2,3% más que el ejercicio anterior, y un descenso máximo del 2% que, en su opinión, no sería dramático. Durante los dos últimos años el volumen de negocio de la industria de componentes batió máximos históricos. El empleo alcanza 252.000 personas, tras crecer algo más del 1% en el último ejercicio.

La clave del éxito, según el director general de Sernauto, está en la internacionalización: 'Hoy no hay un coche en Europa que no lleve alguna pieza hecha en España', explica. Ese factor ha permitido al sector seguir creciendo pese a una reducción de la producción de vehículos en España el año pasado del 6%, con 2,85 millones de unidades.

Como resultado de esa menor producción, la demanda de componentes a la industria auxiliar por parte de los constructores de coches en España cayó un 1,44% el pasado año, hasta 8.865 millones de euros. Pero ese retroceso se compensó con un aumento de las exportaciones del 4,6% hasta 12.273 millones, la mitad del volumen de negocio global del sector. Otros 3.173 millones correspondieron al mercado de recambios, que creció un 4,5%.

Noticias como el cierre de Lear en Lleida o la reestructuración de Delphi hacen ver que España pierde peso en actividades manuales como el cableado y tiende a concentrar procesos tecnológicamente más avanzados. Jiménez Saceda destaca que la situación del mercado, con presión para reducir costes y aumentar calidades, obliga a intensificar los esfuerzos de innovación en el proceso industrial. 'Tenemos que estar entre los más importantes teniendo innovación propia', destaca. Las inversiones del sector alcanzaron 1.700 millones el pasado año, un 7% del volumen de negocio.