Potentes tintas
Si las blancas han dotado de sutileza, dulzura y elegancia al mercado vinícola español, las tintas lo han consolidado como digno de competir con los mejores caldos franceses o italianos. Desde la magnífica tempranillo hasta la noble monastrell, pasando por la peculiar mencía o la sublime garnacha. Y junto a ellas, adaptadas al clima mediterráneo, variedades foráneas como cabernet sauvignon, merlot o syrah. Un repaso breve a las variedades tintas de mayor implantación en el viñedo peninsular.
La uva más popular y tradicional de nuestro viñedo es sin duda la tempranillo, también denominada escobera, cencibel, tinto fino, tinta de toro, tinto del país, ull de llebre, etc. Como marca su nombre madura antes que el resto. Dependiendo de la zona se elabora sola o en ensamblaje con otras variedades complementarias.
Cariñena. Es una de las de las cepas preferidas para la elaboración de vinos de maceración carbónica y, por supuesto, los emblemáticos prioratos. También se conoce como mazuelo en La Rioja.
Garnacha. Denostada por muchos, la garnacha es el secreto de los vinos riojanos, complementando a la perfección a la variedad tempranillo, aportando esqueleto al vino. Junto a la variedad monastrell -menos versátil pero de gran poder colorante- son las grandes damas del viñedo mediterráneo. Aparece en el viñedo alicantino en su variedad de garnacha tintorera.
Graciano. Otra de las variedades que complementan a la tempranillo en el ensamblaje tradicional de Rioja es la graciano, de aroma exuberante y buena longevidad, lo que mejora el envejecimiento de los vinos. También se utiliza para rosados.
Mencía. Es la insignia de dos feudos, Galicia y Bierzo. Una variedad que está siendo reivindicada y replantada, dando lugar a sorprendentes vinos monovarietales con crianza.
Pasando al capítulo de las variedades foráneas, cuatro son las que sobresalen en nuestro viñedo.
Cabernet sauvignon. Esta variedad bordelesa es sin duda la uva más famosa del mundo. Adaptada sin problemas en lugares tan distantes como Penedès, Navarra, o Castilla, da lugar a vinos de color concentrado y vivo y gran profundidad aromática.
Pinot noir. Es la uva del gran borgoña, extremadamente delicada y de difícil cultivo. En España se hicieron populares por su uso en el mítico Vega Sicilia. Aun así, la mayoría de las plantaciones de nuestro país son experimentales.
Merlot. Esta variedad siempre se ha considerado el complemento ideal de la cabernet sauvignon, pero los grandes vinos de Saint-Þmilion demuestran su poder como variedad única. De buen rendimiento y fácil adaptación, es una de las uvas más difundidas del planeta.
Syrah. Es la tercera variedad en la clasificación de fama mundial. Se elabora en varietales y cada día está más presente en el viñedo español.