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Día del Trabajo

El Primero de Mayo discurrre con la huelga general como telón de fondo

Con la Fiesta del Trabajo han dado comienzo las movilizaciones contra la propuesta del Gobierno de reforma del sistema de protección por desempleo, que ambas centrales rechazan y que, si no es retirada por el Ejecutivo, llevará a una "gran movilización antes del verano", según han advertido. CC OO y UGT han acudido bajo el mismo lema a todas las concentraciones "Por la mejora de la protección al desempleo, ya", pero llevan dos manifiestos distintos.

La manifestación de Madrid, que discurrió sin incidentes destacables, partió hacia las 11.30 horas de la Plaza de Cibeles y concluyó una hora más tarde a la Puerta del Sol, donde los secretarios generales de CCOO. y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, pronunciaron sus habituales discuros, centrados este año en las críticas a la reforma del sistema de protección por desempleo que prepara el Gobierno.

Los dirigentes sindicales volvieron a exigir al Ejecutivo que retire su proyecto de reforma, bajo la amenaza de una huelga general. "Habrá huelga general si no retiran su propuesta de reforma. Será inevitable si este Gobierno renuncia a poner en marcha un diálogo inmediato para hablar de pleno empleo y retira su documento", señaló Javier López. Sus palabras fueron avaladas por su homólogo de UGT, José Ricardo Martínez, quien advirtió al Ejecutivo, entre los aplausos de los asistentes, de que o retira el proyecto "o nos encontrará en una huelga general".

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Editorial: Amenaza de huelga general
Tribuna: José María Fidalgo
Tribuna: Cándido Méndez

23 de mayo, siguiente fecha en el calendario

Fidalgo empezó su discurso recordando al presidente del Gobierno, José María Aznar, que se enfrenta a la "confrontación más fuerte" que ha tenido nunca con el movimiento sindical, ya que, según subrayó, pretende imponer "recortes durísimos" a los derechos sociales y un paquete de medidas "injusto e injusticable" ante el que no cabe la negociación.

Tanto el líder de CCOO como el de UGT exigieron al Gobierno que retire su reforma "definitiva, íntegramente y de manera clara", al tiempo que pidieron a Aznar que deje de "criminalizar" a los parados y los inmigrantes "porque va camino de convertirse en un Le Pen".

Si el Ejecutivo no accede a retirar su proyecto, los dirigentes sindicales advirtieron de que propondrán a sus órganos de dirección el próximo 23 de mayo la convocatoria de una huelga general, que no mencionaron expresamente, en vísperas del fin de la Presidencia española de la Unión Europea.

"Vamos a proponer esa acción que está en vuestros labios y en los titulares de prensa y lo vamos a hacer porque el país lo pide, lo pide la sociedad y los trabajadores. Le vamos a enseñar a Aznar a respetarnos", señaló el secretario general de CCOO.

Por su parte, Méndez aseguró que el Gobierno quiere imponer mediante una "caricatura del diálogo", la "expropiación" de los derechos de los desempleados para disponer de ellos "arbitrariamente", así como el abaratamiento del despido con su propuesta de suprimir los salarios de tramitación.

El secretario general de UGT afirmó que estas medidas "son más agresivas" que las aprobadas en la reforma socialista de 1992 que, según recordó, le costaron una huelga general de media jornada al PSOE. "Aquello fue intolerable, pero al menos el PSOE tenía una explicación, porque había déficit en el Inem y ahora un superávit de 3.000 millones de euros, que Montoro y Rato utilizan abusivamente", indicó.

Sin charangas ni panderetas

En la cabecera de la manifestación de Madrid, que este año no estuvo animada por charangas ni tracas, figuraban, además de Fidalgo y Méndez, el secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.

Durante el acto de clausura y en varias pancartas había recuerdos para el pueblo palestino, para los saharauis, para los trabajadores franceses e italianos, y para los inmigrantes, que estuvieron representados por una delegación de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes de Marruecos en España (ATIME).

Globos rojos y blancos, y las banderas republicanas que portaban las Juventudes Socialistas de Madrid daban color a una manifestación en la que no se olvidaron los conflictos laborales por los que atraviesan algunas empresas: Bosch, Flextronics, Sanmina, Ericsson, e incluso Sintel, de la que acudieron algunos representantes para agradecer el apoyo recibido en este tiempo.

Destacó también la presencia de un grupo de mujeres integrantes de la Plataforma de Familiares y Simpatizantes de la Guardia Civil que, con tricornios y pitos, pedían, entre otras cosas, el derecho de este cuerpo a la sindicación. Hubo también presencia del sector crítico de CCOO y del Partido Comunista, reclamando, ambos, la celebración de una huelga general.

Durante el recorrido de la manifestación, que culminó con la Internacional, se corearon frases como "Trabajo temporal, para el yerno de Aznar", "Aparicio eres un desperdicio", "Nosotros trabajamos, no defraudamos", "Si Aznar estuviera en paro, el subsidio sería sagrado", y "Montoro y Rato, vosotros sois los cacos"

26.000 personas en Barcelona

Entre 26.000 personas, según la Guardia Urbana, y unas 70.000, según los sindicatos CCOO y UGT, han participado hoy en la manifestación en Barcelona. Los sindicatos catalanes han agrupado en la ciudad condal el mayor número de trabajadores, mientras que en Lleida, Tarragona y Girona la participación ha sido de varios centenares de personas y se ha centrado más en conflictos laborales locales, como Lear (Cervera) o Port Aventura (Vila-seca/Salou).

Con una pancarta que pedía más y mejor empleo, la manifestación de Barcelona ha contado en la cabecera con la participación de un representante de la comunidad palestina en Cataluña y Baleares, Radi Anshuari, y de una joven vestida de Guardia Civil y con la boca tapada que, como miembro de la asociación de familiares de la Guardia Civil, reivindicaba con su presencia unas condiciones laborales dignas para los agentes de este cuerpo de seguridad.

Durante la manifestación, que ha discurrido desde la plaza de Urquinaona hasta la avenida de la Catedral sin incidentes y en un ambiente lúdico, se han lanzado gritos a favor de la huelga general y en contra del Ejecutivo que preside José María Aznar.

Ultimatúm a Aznar

El pasado lunes, los dos sindicatos mayoritarios dieron un ultimátum a Aznar después de que las propuestas sindicales no fueran aceptadas por el Ministerio de Trabajo, donde se celebró una reunión con el secretario general de Empleo, Juan Chozas. Los sindicatos quieren que el Ejecutivo elimine sus propuestas más conflictivas, como la desaparición del PER (el subsidio que cobran los jornaleros en Andalucía y Extremadura), la eliminación de los salarios de tramitación para el despido improcedente.

También quieren que se modifique asuntos como el concepto "oferta adecuada", por la que un parado debería aceptar, so pena de perder el subsidio, un trabajo que podría estar hasta 50 kilómetros de su domicilio, sea cual sea el tipo de contrato y su sueldo, pudiendo éste ser inferior a lo cobrado por la prestación de desempleo.

De momento, sólo Izquierda Unida ha roto una lanza a favor de la huelga general. El PP ha acusado a los socialistas de alentar el paro, aunque el PSOE todavía no se ha pronunciado sobre la protesta masiva, teniendo en cuenta que el líder, Zapatero, no guarda buen recuerdo del paro general contra el gobierno de Felipe González. Sin embargo, el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se reunió ayer con los coordinadores autonómicos de su organización para preparar la movilización de sus votantes para el 20 de junio.

Aparicio insiste en la necesidad de diálogo

El Ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, hizo hoy un llamamiento a los sindicatos y "al conjunto de la sociedad" para abrir una mesa de diálogo que permita, "con los cambios que sean necesarios, conseguir el objetivo del pleno empleo en el horizonte de 2010".

El ministro afirmó que la propuesta de reforma de la prestación por desempleo, que calificó de "razonable y equilibrada", es "una posición de Gobierno", y reiteró que "el camino que mejor ha funcionado en España es el del diálogo". En su opinión, esta propuesta contiene reivindicaciones históricas del propio movimiento sindical, como la extensión del sistema contributivo al mundo agrario y el que los trabajadores temporales agrícolas en cualquier punto de la geografía española puedan tener protección.

Juan Carlos Aparicio explicó que el Gobierno ha puesto sobre la mesa un documento para "fijar una posición respecto de los objetivos y métodos para seguir" y recordó que hasta ahora los agentes sociales no han presentado "ninguna propuesta alternativa".

Tras afirmar que el Gobierno se suma a la celebración del Primero de mayo, dijo que la propuesta garantiza todos los derechos de los trabajadores y puso como ejemplo que no se varían aspectos como el tiempo que hay que cotizar para tener acceso al desempleo, la duración de las prestaciones y los porcentajes cobre los que se calculan los subsidios.

Un millón de franceses toman las calles contra Le Pen

 

Un millón de personas se han manifestado hoy en setenta ciudades de Francia contra el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que el domingo disputará la Presidencia a Jacques Chirac. La Policía ha movilizado a casi 4.000 agentes en una jornada de alto riesgo. En París, donde hay un impresionante despliegue policial, Le Pen encabezó la manifestación tradicional de su Frente Nacional (FN) antes de arengar a sus fieles en la Plaza de la Opera. La policía calculó en unos 10.000 los participantes en el desfile del FN, en torno a los lemas de "Orgulloso de ser francés" y "Le Pen presidente". Mientras, militantes del sindicato conservador Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC) marchaban desde la Plaza de la Bolsa hacia el Centro Pompidou. "Hemos optado por situar esta manifestación en el terreno sindical", pero "somos solidarios de los valores de la República, de la democracia, de la libertad y la fraternidad", dijo el secretario general de la CFTC, Jacky Dintinger, al explicar por qué su formación no se unió a la gran manifestación de sindicatos, partidos políticos y asociaciones convocada para esta tarde. Para prevenir posibles enfrentamientos entre los participantes en el acto, convocado por asociaciones antirracistas y defensoras de los derechos humanos, y los seguidores de Le Pen, se formó un cordón policial. Mientras, en toda Francia, las tradicionales manifestaciones del 1 de mayo registraron una afluencia muy superior a la habitual y se desarrollaron bajo los lemas "Progreso social, libertades, solidaridad, democracia", "Combatimos el racismo y la xenofobia", "No al FN" o "Aplastemos a Le Pen".

Tranquilidad en Londres en medio de un importante despliegue policial

 

El Primero de Mayo transcurrió sin violencia a comienzos de esta tarde en Londres mientras numerosos grupos sociales confluían en el centro de la ciudad, donde la Policía organizó un gran dispositivo de seguridad. Unos 6.000 agentes de Scotland Yard han salido a patrullar distintos puntos de la capital, donde se concentraban desde la mañana unas 10.000 personas para protestar contra los efectos negativos de la globalización. En Trafalgar Square -en el centro de la ciudad- se apostaban una gran cantidad de agentes policiales que temían que algunos de los manifestantes causaran disturbios cuando confluyan allí para el acto central esta tarde. La tienda española Zara, que tiene un local en la céntrica Oxford Street, se ha limitado a tapar los escaparates por dentro debido al menor número de amenazas que recibió este año y al gran dispositivo de seguridad en la zona.

Alemania vive una jornada con 500 convocatorias y amenaza de huelga en el metal

 

La determinación de los metalúrgicos de ir a la huelga planeó este Primero de Mayo sobre el canciller alemán, Gerhard Schroeder, quien hizo equilibrios entre la comprensión hacia las exigencias de sus tradicionales aliados, los sindicatos, y el temor a que este conflicto dañe su carrera por la reelección. El jefe del Gobierno y presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) tuvo que escuchar hoy un concierto de abucheos y silbatos en su intervención en el mitin que la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) celebró en Leipzig (este del país).

 

La intervención del canciller -de apenas 25 minutos y, por momentos con amagos de afonía- estaba enrarecida por la llamada a la huelga de IG Metall, la primera del sector desde 1995 y que fue aprobada el día anterior por un 90% de los trabajadores de los estados afectados, Berlín/Brandeburgo y Baden-Württemberg. Los mítines de la DGB e IG Metall eran los principales entre las 500 concentraciones convocadas en toda Alemania en este Primero de Mayo, que amaneció con el trasfondo de los disturbios de la víspera en Berlín y Hamburgo. Los incidentes más graves se produjeron en los barrios berlineses de Prenzlauer Berg y Kreuzberg, donde un año más grupos de alborotadores dieron su particular versión de "lucha" y repitieron el "ritual" de violencia de su Primero de Mayo Revolucionario.

Los sindicatos exigen en Italia el cese del terrorismo y la retirada de las reformas de Berlusconi

 

Decenas de miles de personas se manifestaron hoy en Bolonia, convocadas por los sindicatos italianos, en protesta por la reforma laboral del Gobierno, ya contestada con una reciente huelga general, y contra el terrorismo.

 

En Bolonia murió asesinado por las Brigadas Rojas hace un mes y medio el economista Marco Biagi, asesor del Ministro de Trabajo y uno de los promotores de la reforma que combaten los sindicatos. Para hacer frente a este dilema, que ya planeó como arma arrojadiza sobre la huelga que paralizó el país el pasado 16 de abril, las principales centrales sindicales italianas, que reúnen a más 10 millones de afiliados, se dieron cita en la capital boloñesa. Sergio Cofferati, líder de la mayoritaria Cgil (izquierdista), hizo una rotunda condena del terrorismo, para arremeter a renglón seguido contra el Gobierno y pedir, de nuevo, la retirada de la modificación del Estatuto de los Trabajadores que liberaliza los despidos. Con tono rotundo, y en algunos momentos amenazante, Cofferati volvió a retar al primer ministro Silvio Berlusconi a que dé marcha atrás en su decisión de reformar la legislación laboral, como condición para volver a la mesa de negociaciones, tras la huelga general. "El Gobierno debe renunciar a las normativas introducidas contra la voluntad de los trabajadores", afirmó Cofferati, quien reiteró que "no estamos dispuestos ni a aceptar ni a debatir recortes en los derechos conquistados durante tantos años de luchas".

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