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Medio Ambiente

La industria nuclear se escuda en Kioto

Energías renovables, eficiencia energética e interconexión eran los objetos de debate del seminario informal que convocó este fin de semana en Pamplona a los ministros de Energía de la Unión Europea. Sin embargo, la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Energía y Transportes, Loyola de Palacio, utilizó esta convocatoria para urgir una vez más el debate sobre la continuidad de la energía nuclear: 'O cumplimos con el Protocolo de Kioto y mantenemos la producción nuclear, o renunciamos a Kioto, tan sencillo como eso', afirmó.

La comisaria lleva un año defendiendo la reapertura del debate nuclear, partiendo de la necesidad de defender el protocolo internacional que se firmó en 1997 en Kioto (Japón), para luchar contra el cambio climático. Sin embargo, en la reunión de Pamplona recibió el importante respaldo del secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Donald Johnston, quien destacó el interés económico de las instalaciones nucleares, cuyos 'efectos contaminantes', aseguró, 'son ínfimos'.

Por el contrario, la comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallstroem, entiende que la energía nuclear 'no es una fuente de futuro, porque sigue sin estar resuelto el coste del tratamiento de los residuos de alta actividad'.

El 83% de la producción eléctrica de origen nuclear se concentra en los países industrializados, según datos de un informe de la asociación Foro de la Industria Nuclear Española. Existen 438 centrales en operación en el mundo, con una potencia instalada de 352.603 megavatios, que cubren el 16% de la demanda eléctrica.

En la UE hay 143 centrales nucleares, con una capacidad de 122.454 megavatios, que aportan el 33,9% de la demanda eléctrica. Las nueve centrales españolas aportan algo menos que la media europea, un 27%. Su potencia (7.815,8 megavatios) ha aumentado en 500 megavatios desde su construcción.

Loyola de Palacio empezó a incitar el debate nuclear después de que el presidente estadounidense, George Bush, se desmarcara el año pasado del cumplimiento de los objetivos del Protocolo de Kioto y abogara por la construcción de nuevas centrales nucleares en su país.

A pesar de que la UE ha acordado que no utilizará esta energía como herramienta para cumplir sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero, en el primer Congreso Europeo de Energía y Transportes, que se celebró en octubre, no se dudó en proclamar que la producción nuclear ahorró la emisión de 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

Nuevos reactores

El debate se ha reabierto en Reino Unido y Finlandia, país cuyo Parlamento ha aprobado la construcción de dos nuevos reactores. Se incrementó la potencia de 20 centrales de EE UU, Bélgica, España y Suiza, pero en todo el mundo sólo han entrado en funcionamiento dos nuevos reactores, en Japón y en Rusia. Este año, en cambio, se prevé que entren en marcha cuatro en Canadá y dos en la República Checa. Además, están en construcción 32 nuevos reactores, la mayoría en países asiáticos. Y todo ello, en medio de dos polémicas: las acusaciones de que la francesa EdF y las grandes eléctricas alemanas están desviando fondos destinados al desmantelamiento nuclear y que los países de Europa del Este que aspiran a ser miembros de la UE reclaman ayudas para el cierre de centrales.

A pesar de ello, ayer mismo la Agencia Europea de Medio Ambiente señaló que nueve países de la Unión están muy lejos de cumplir sus objetivos, con España al frente, porque ha aumentado sus emisiones un 33,7% respecto a 1990, que se tomaron como base en Kioto. No obstante, gracias a los esfuerzos de Alemania y el Reino Unido, los principales contaminadores de los Quince, las emisiones de la UE han disminuido un 3,5% respecto a hace 12 años.

El CSN propone una sanción para Zorita

 

 

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) propuso ayer una sanción de 600.000 euros a la central nuclear José Cabrera, en la localidad manchega de Almonacid de Zorita, al considerar una 'infracción grave' el asalto a sus instalaciones que efectuaron un grupo de activistas de Greenpeace el pasado jueves (coincidiendo con el decimosexto aniversario del accidente de Chernóbil), que llegaron a encaramarse a la cúpula del reactor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta sanción es la máxima dentro de las graves por el reglamento. La secretaria de medio ambiente del PSOE, Cristina Narbona, la considera 'insuficiente', pero el Consejo explica que no ha considerado el suceso dentro de las faltas 'muy graves' porque éstas se reservan a los fallos de seguridad nuclear.

 

 

 

 

 

 

 

El próximo 15 de octubre estaba previsto que el CSN revisara las actuaciones de mejora en la central de Zorita, a fin de decidir la renovación de su licencia de operación por otros seis años. El organismo de control exige a la central que, antes de reanudar su actividad -se halla en situación de parada técnica-, implante dos actuaciones extraordinarias relacionadas con el control de los accesos a los sistemas de vigilancia y el establecimiento de barreras físicas, así como la revisión del plan de seguridad física de la instalación.

 

 

 

 

 

 

 

El CSN pidió ayer a las centrales nucleares que apliquen de inmediato las medidas de protección física fijadas por los organismos internacionales tras los sucesos terroristas del 11 de septiembre, adelantando en un mes el plazo que les concedió para ello.

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