El proyecto de calidad turística ambiental se implanta en 50 hoteles
La Fundación Biodiversidad y el Instituto para la Calidad Turística (ICTE) han iniciado la implantación en 50 hoteles del proyecto de sistema de calidad turística ambiental que promueven con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente.
Dicho proyecto, pionero en Europa y que pretende contribuir a la celebración del Año Internacional del Turismo Ecológico, concluirá con el diseño de un modelo de certificación para la explotación de las instalaciones turísticas según los principios de la gestión económica sostenible y la difusión del sistema. La Fundación Biodiversidad -que preside Carmen Martorell, también secretaria general de Medio Ambiente- corre con los gastos de financiación del proyecto, cuyo coste asciende a 180.303 euros.
Para empezar, se ha optado por recabar voluntarios entre los hoteles para implantar el sistema de calidad ambiental. Lo aplicarán 50 establecimientos de siete destinos turísticos tradicionales: Asturias, Benidorm (Alicante), Costa del Sol, Granada, Menorca, Lanzarote y Tenerife. Entre ellos destacan varios establecimientos de la cadena Sol Meliá (Don Pepe, Costa del Sol, Tryp Guardamar, Tryp Alameda, Sol Milanos y Sol Pingüinos), del Grupo Barceló (Pueblo de Benidorm, Pueblo de Menorca, Barceló Suites y apartahotel La Galea), y dos hoteles de H10 (Tenerife Playa y Timanfaya Palace).
El objetivo para este año es que el ICTE pueda otorgar a estos 50 establecimientos el distintivo 'Q Verde' como señal de que cumplen los estándares ambientales que establece la norma que regula el sistema de calidad, en la que el sector viene trabajando desde hace año y medio. Priorizarán su difusión entre los establecimientos de las estaciones de esquí y de montaña.
Acuerdo interministerial
Para el desarrollo de este sistema de calidad ha sido vital la firma de un acuerdo de colaboración en 1998 entre los ministerios de Turismo y Medio Ambiente. El secretario general de Turismo, Juan José Güemes, asegura que 'en virtud de ese acuerdo se están invirtiendo cada año alrededor de 500 millones de euros en actuaciones sostenibles en destinos turísticos'.
En Alemania, según un reciente informe del Ministerio de Medio Ambiente, encargado por el Bundestag (Cámara baja del Parlamento), la construcción de infraestructuras turísticas ha destruido entre el 40% y el 80% de las playas entre 1900 y 1990.