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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Fuerte crecimiento del PIB estadounidense en el primer trimestre de 2002.

El crecimiento de la economía estadounidense ha sorprendido por su fortaleza en el primer trimestre de 2001. Así, el PIB crece, en términos trimestrales, un 1,4%, en un cuadro macroeconómico caracterizado por la fuerte aportación de la variación de inventarios, y un importante crecimiento tanto del consumo privado como público.

En el primer trimestre la liquidación de inventarios se ha producido a un ritmo significativamente menor del registrado en el último cuarto de 2001 (pasa de ­119 m.m de dólares a ­39,6), lo que ha supuesto una aportación de nueve décimas al crecimiento trimestral. De cara a los próximos meses, es de prever que esta partida siga aportando crecimiento al total del PIB, si bien no a ritmos tan elevados como en el actual periodo.

Sin embargo, no ha sido esta la única partida que ha sorprendido por su fortaleza. En el caso del consumo privado, la importante caída del consumo de bienes duraderos (alrededor de un ­1,9% tras crecer cerca de un 8,7% el trimestre anterior), se ha visto compensada por el repunte registrado en el consumo de bienes no duraderos y servicios, en concreto el consumo de no duraderos ha sido el mayor desde el segundo trimestre de 1975.

En cualquier caso, el consumo privado nos ha sorprendido positivamente en un contexto en el que seguían sin apreciarse mejoras en el mercado de trabajo, y en el que el consumo de bienes duraderos se vería lastrado por el fuerte ritmo del trimestre anterior. Siguiendo con la valoración del dato de consumo, creemos que este dato no aleja las incertidumbres que se ciernen sobre el dinamismo del gasto de los consumidores en los próximos meses. No parece que estos ritmos sean sostenibles de no producirse una clara mejora de las expectativas en materia laboral en los próximos meses.

Más sorprendente si cabe ha sido la evolución de la inversión residencial, que tras el descenso del periodo anterior (-1,2%) ha repuntado en un 3,7% trimestral, recogiendo los estímulos sobre la renta disponible, las favorables condiciones de financiación en el periodo, y factores estaciónales que han impulsado la actividad en el sector. En este caso, pese a que unos ritmos tan elevados no serán probablemente sostenibles, tampoco contemplamos un cambio de tendencia significativo en esta partida.

En cuanto a la inversión empresarial, se ha corregido fuertemente el ritmo de caída de la rúbrica de bienes de equipo y software, que apenas desciende un 0,1% trimestral, mientras que la inversión en infraestructura cae con fuerza nuevamente en el primer trimestre.

La fortaleza de la demanda interna se ha traducido en un crecimiento de las importaciones del 3,7% trimestral, lo que supone el primer registro positivo en cinco trimestres, y máximo desde el cuarto trimestre de 1998. Por su parte, las exportaciones han crecido un 1,7%, resultado quizá más sorprendente que el de las importaciones, y que se traduce en un drenaje del sector exterior de cuatro décimas. Por último, hay que mencionar que el gasto público ha registrado un incremento del 2,4%, su mayor registro en más de 15 años.

En definitiva, el PIB estadounidense ha rebasado claramente nuestras expectativas debido a una mayor aportación de los inventarios, y una sorprendente fortaleza del consumo privado e inversión residencial. De cara a los próximos trimestres, probablemente seguiremos asistiendo a una aportación positiva de los inventarios, aunque de menor cuantía. En cuanto a consumo privado e inversión, no parece probable que se mantengan los actuales niveles de crecimiento a corto plazo, por lo que hemos rebajado ligeramente nuestra previsión de crecimiento de cara al próximo trimestre en una décima, con lo que la cifra de crecimiento se sitúa en el 2,5% para el año 2002.

Hay que recordar que la diferencia respecto a la anterior previsión (1,9%) estaría justificada por el fuerte crecimiento del primer trimestre que arrastra el total del año hasta la actual previsión. El patrón de crecimiento de los próximos trimestres se mantiene por tanto sin grandes cambios.

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