La Eurocámara exige más participación en el reglamento sobre IVA del comercio digital
La legislación europea que gravará con IVA la importación de bienes digitales (programas informáticos o películas, por ejemplo) desde fuera de la UE se topó ayer con las reticencias del Parlamento Europeo, que reclama participar en la elaboración de las normas sobre cooperación administrativa que habrán de redactarse.
Los ministros de Economía de la UE decidieron el pasado mes de febrero modificar la directiva sobre imposición de IVA para someter a ese impuesto todas las ventas de productos digitales, cualquiera que sea el domicilio fiscal de la empresa distribuidora.
Se acababa así con la ventaja competitiva de las empresas estadounidenses o japonesas cuyas ventas en territorio comunitario, a diferencia de las empresas europeas, no están sometidas a IVA. Las empresas extracomunitarias que facturen más de 100.000 euros en la UE deberán registrarse en algún Estado miembro y aplicar a sus ventas el IVA del país donde resida el cliente. En la UE, el IVA oscila entre el 15% de Luxemburgo y el 25% de Suecia y Dinamarca. La norma ha provocado serio malestar en EE UU.
Cambio en la base jurídica
El Parlamento se pronunció en diciembre de 2001 a favor de estas modificaciones, pero ayer rechazó 'el cambio en la base jurídica' del reglamento que desarrollará la cooperación administrativa entre los Estados miembros. Los ministros han decidido que la opinión de la Eurocámara sobre dicho reglamento no sea vinculante, aduciendo que se trata de una materia fiscal, cuya competencia corresponde al Consejo. El Parlamento exige, en cambio, que su voz sea escuchada, como se había previsto inicialmente. El ponente parlamentario ha sido José Manuel García-Margallo, del Partido Popular. La norma puede entrar en vigor este mismo año. La Comisión Europea espera que las grandes empresas colaboren con las autoridades fiscales, contribuyendo a demostrar que el comercio electrónico no escapa a las normas tradicionales del mercado.