El presidente de la AEB dice que el caso tendrá un efecto muy limitado
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Leal, declaró ayer que el caso de las cuentas secretas del BBVA tendrá 'una incidencia muy limitada en la entidad y en el sistema financiero español'.
El asunto 'no afecta para nada a su valor patrimonial ni al patrimonio del banco y, como consecuencia de ello, pienso que la incidencia de todo esto va a ser muy muy limitada en la entidad, en particular, y en el sistema financiero también', señaló el presidente de la patronal bancaria durante un encuentro organizado por la Cámara Franco-Española de Comercio.
Leal consideró que las investigaciones que se siguen contra el BBVA apenas afectarán al banco y al sistema financiero por la solidez, solvencia y capitalización de ambos.
En concreto, el presidente de la patronal bancaria señaló que el BBVA es un 'banco muy solvente y muy bien capitalizado, por lo que este asunto no tiene por qué tener la más mínima influencia'.
Leal coincidió en la misma afirmación que hizo anteayer el presidente del SCH, Emilio Botín, y señaló que el BBVA es un 'gran banco' y añadió, 'de los primeros bancos españoles, uno de los primeros bancos europeos y uno de los principales bancos del mundo'.
Por otra parte, durante el encuentro, el responsable de la AEB negó que la introducción del euro, que ha costado al sector 800 millones de euros, haya afectado a la inflación de este año.
Mercados más flexibles
Leal habló de la necesidad existente en la Unión Europea de efectuar reformas encaminadas a lograr una mayor flexibilidad de los mercados para captar capitales que ayuden al crecimiento de la economía y a convertir a Europa en una zona atractiva para los inversores.
Respecto a la evolución del euro, el presidente de la AEB alertó del peligro de una caída brusca del dólar, porque afectaría a la competitividad de la zona euro y a la capacidad exportadora de Alemania, la mayor economía europea.
Precisó que la cotización de la divisa está condicionada por la existencia de múltiples voces -Banco Central Europeo, Comisión, ministros de Economía-, no siempre coincidentes, que opinan sobre su tipo de cambio, por lo que, cuando haya 'una voz común', se consolidará.
Para Leal, otro lastre para el euro se encuentra en la ausencia de una política exterior y de defensa común.