Quiero acelera la captación de clientes en vísperas de la liquidación
La emisión en directo durante 24 horas al día del concurso Gran Hermano a través de un canal de Quiero ha disparado el ritmo de captación de clientes, justo en las jornadas previas a la liquidación. La televisión digital terrestre filial de Auna cerró 2001 con 210.000 abonados, después de tres años de actividad, y en la última semana está consiguiendo más de 1.000 altas diarias, según fuentes de la compañía. Quiero comenzó a emitir Gran Hermano el pasado jueves, tras llegar a un acuerdo con Telecinco.
Los nuevos abonados no son avisados en ningún momento de las dificultades que atraviesa Quiero, que hoy celebra junta extraordinaria de accionistas para decidir su futuro. Todo apunta a que, ante la ausencia de ofertas de compra, los socios aprobarán la liquidación ordenada de la televisión de pago y la devolución de las frecuencias a la Administración. Fuentes de Auna aseguran que en esta situación es imposible frenar la captación de abonados, ya que todavía no hay ninguna decisión firme que formalice el cierre y los trabajadores no tienen ninguna orden en este sentido.
La segunda cuestión que queda por determinar es cuándo dejará Quiero de emitir. Según fuentes de la compañía, este paso está en manos del Gobierno y dependerá de la negociación que entablen con él. Hasta que el Ministerio de Ciencia y Tecnología no les dé permiso para dejar de emitir, Quiero lo seguirá haciendo, ya que, si no, incumpliría una de las cláusulas del contrato de concesión y el Gobierno podría ejecutarles los avales.
En estos momentos, lo más importante para los socios de Quiero es que la liquidación se produzca con los menos conflictos posibles y de mutuo acuerdo con la Administración, para poder recuperar los 30 millones de euros depositados como garantía de cumplimiento de las obligaciones del concurso. Sus esperanzas como baza negociadora están puestas en las frecuencias que tienen otorgadas y que suponen el único activo con valor. La devolución del espacio radioeléctrico permitiría al Gobierno repartir parte de él entre las televisiones digitales.