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Miradas digitales
Columna
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Todo es mentira

Si este título no se relaciona en una primera lectura con el cine español es que hay una laguna en nuestro conocimiento cinéfilo del pasado más reciente. Penélope Cruz protagonizaba con Coque Malla una divertida comedia que transcurría en una España bien diferente que no había caído aún en el dominio de la prensa rosa que invade cual virus informático cada programa matinal o noctámbulo que se cruza en su camino. Bien diferente también porque Internet aún no había resquebrajado el mundo de la información.

Si hay un hecho propiciado por la Red, e ignorado por un alto porcentaje de la clase directiva española, es el de que Internet ofrece todo tipo de información a todos los implicados en ella. Permite que un trabajador de Thales se entere antes que sus jefes directos de alguna de las condiciones que han puesto a la firma los interesados en fusionarse con ella y que pueden explicar la venta del 6% de Indra. A nadie le interesa fusión alguna con una empresa que no esté bien saneada, como han sabido esta semana todos los accionistas de Jazztel, que han podido descubrir la verdadera grandeza de Internet en las carnes de su acción preferida. Verbigracia.

Una empresa con muchos posibles y más deuda pretende fusionarse, y para ello alguien le reclama que arregle sus deudas antes de nada. Algunos de sus directivos venden las acciones en Semana Santa y reciben opciones sobre acciones por una cantidad similar. El Sabadell también se retira sin explicaciones conocidas. Se mantiene la cotización lo más baja posible con la ayuda de cuidadores. Y cuando se levanta la liebre, se dispara la cotización y los planes se ven superados por los acontecimientos, se informa de algo obvio y se consigue que la CNMV suspenda la cotización (en defensa del accionista, claro). Con 100.000 acciones se hace desplomar la cotización en el Nasdaq y fomentar una caída brutal a la mañana siguiente sin que esta vez (en defensa del accionista, claro) intervenga la CNMV.

Pero la magnífica operación manipuladora no se salda con un éxito incontestable, porque aunque la práctica totalidad de los medios digitales y financieros (a los que acuden muchos inversores) no puedan dar respuestas en tiempo real de lo que sucede, están los foros de discusión que no son fácilmente controlables y en los que se difunden verdades (servicios.invertia.com/foros/read.asp?idmen=2221537) rodeadas, como no, de muchas otras mentiras. Y los accionistas minoritarios, no caen en la trampa urdida por los tiburones y resisten contra viento y marea (servicios.invertia.com/foros/read.asp?Idmen=2221194).

En este punto, los tiburones imitan a Coque Malla, que en la película referida amenaza a menudo con irse a Cuenca. Y todos los accionistas minoritarios emulan a Penélope Cruz, que siempre contesta con un castizo: '¡Que te cunda!'. Cualquiera que apuntara su navegador a un foro de Jazztel esta semana habrá aprendido más sobre la acción que su mismo cuidador, quien seguramente todavía no ha entendido que Internet tiene inteligencia propia y como Robin de las Redes se pone casi siempre del lado del débil. Lo que desde aquí le recomendamos es que busque 'jazztele' en Google (www.google.com) para que el propio buscador le corrija, contestándole que lo que realmente busca es 'jazztel'. Después puede buscar la palabra 'conejitos'... el buscador también le corregirá. Por cierto, esto también se aprende en los foros.

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