Garzón llama a declarar como primer testigo del BBVA a Francisco González
La citación, firmada por el magistrado Guillermo Ruiz Polanco en sustitución de Garzón, que se encuentra fuera de España, es la tercera que se produce desde que Garzón, decidió el 9 de abril ampliar la instrucción del caso BBV Privanza a todo el entramado financiero secreto en paraísos fiscales.
La comparecencia de Francisco González se produce después de las declaraciones, también como testigos, del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, y del subgobernador, Gonzalo Gil. Garzón ha decidido comenzar a tomar declaración a los testigos del caso, a la espera de que la fiscalía Anticorrupción le presente el listado con las personas que, en su opinión, deben ser imputadas, lo que puede ocurrir el próximo martes. El juez se encontraba ayer en Perú, donde inició contactos con los fiscales Anticorrupción con los que intercambiará información sobre la posible vinculación del BBV con el ex presidente peruano, Alberto Fujimori.
González será interrogado por el juez acerca de lo que conocía del entramado financiero que el BBV mantuvo tras su fusión con Argentaria y que, según fuentes de la entidad, fue regularizado por iniciativa de González.
La regularización de las cuentas secretas se produjo en enero de 2001 y supuso para el banco el ingreso de unos 225 millones de euros que permanecían al margen de la contabilidad del banco.
Según consta en el informe de inspección del Banco de España, el ex presidente Emilio Ybarra aseguró que González supo en diciembre de 2000 que se habían transferido los 19,26 millones de dólares a la sociedad Alico, pero entonces no sabía que el destino de ese dinero era la constitución de unos fondos de pensiones. La declaración del presidente del BBVA también versará sobre los fondos que se acumularon en la sociedad Amelan, radicada en Liechtenstein, con las plusvalías generadas por la venta de acciones de autocartera del Banco de Vizcaya.
La declaración del 25 de abril no será la primera comparecencia de Francisco González en la Audiencia, donde ya ha tenido que testificar en dos ocasiones por el caso Banesto, una durante la instrucción, el 20 de septiembre de 1995, y otra en la vista oral, en noviembre de 1998. El motivo de sus comparecencias fue que la empresa que tenía a principios de los noventa, FG Asesores Bursátiles, valoró en 17.500 millones la sociedad Oil Dor, en una de las operaciones por la que fueron imputados los antiguos gestores de Banesto.
La lista de imputados en el caso BBV que se hará pública la próxima semana será decisiva para el BBVA. No sólo para conocer si entre ellos figuran los cuatro consejeros del banco que aún permanecen en el consejo del BBVA y que cuentan con fondos de pensiones (Juan Entrecanales, Ramón de Icaza, Javier Aresti y Luis María Ybarra), sino que será entonces cuando los servicios jurídicos del banco decidan si se personan en la causa que instruye Garzón bajo el argumento del daño que se le ha causado a la entidad. La otra vía que bajaran es querellarse contra uno o varios de los antiguos administradores del BBV.
La marcha de la declaración como testigo de González ante el juez Garzón también es otro factor que los servicios jurídicos y el propio presidente del BBVA tendrán en cuenta para optar por estas vías o, finalmente, decidirse por no hacer nada. El daño al banco y la imagen exterior que se está creando de la entidad son factores que el BBVA no quiere pasar por alto.