Las ventajas de la compra sobre el alquiler seguirán con el nuevo IRPF
El Gobierno se ha olvidado de los inquilinos, los pisos que saldrán en alquiler no se corresponderán necesariamente con los que demanda la sociedad actual, la política de vivienda sigue primando la compra sobre cualquier otra consideración. Son algunas de las reacciones ante la próxima reforma del IRPF por la que los particulares que pongan un piso en alquiler podrían deducirse hasta el 50% de los ingresos. La medida es positiva porque contribuirá a que haya más pisos en arrendamiento, coinciden los expertos, pero reclaman actuaciones de mayor calado para un mercado en el que para cada vivienda que sale en alquiler hay cinco candidatos que pugnan por ocuparla.
La intención del Gobierno de que los propietarios de viviendas que las pongan en alquiler tengan una deducción de entre el 25% y el 50% en sus ingresos por la renta que genere el inmueble contribuirá a aumentar el parque de viviendas en arrendamiento. Lógico, pero también insuficiente. Los expertos consultados ven positiva la medida, pero escasa.
'Para el mercado del alquiler es bueno que se empiecen a implantar medidas de este tipo', opina Pedro Fernández de Araoz, director de Aguirre Newman Residencial. 'Seguro que algún efecto tendrá sobre el parque actual de viviendas; pero no sé si se han olvidado del inquilino, que también debería beneficiarse', puntualiza. 'Podríamos encontrarnos en una situación en la que, aun aumentando el parque en alquiler, continúe siendo más interesante la compra debido a la desgravación fiscal'.
Desde el Ministerio de Hacienda se afirma que las medidas pretenden aumentar la oferta y rebajar el precio. 'Si la oferta es mayor, los precios tenderán a la baja. También un aumento de la demanda en alquiler podría ayudar a controlar la revalorización constante y excesiva de la vivienda en venta. Pero, para que esto suceda, hay que posicionar la vivienda en alquiler en una situación atractiva frente a la vivienda en compra; que la gente se empiece a plantear el alquiler como una posibilidad', estima Fernández de Araoz.
El director de Aguirre Newman Residencial recuerda que en algún momento se habló de homologar a las sociedades patrimoniales con los fondos de inversión inmobiliaria [los fondos tributan un 1% en el impuesto de sociedades por destinar a vivienda en alquiler más del 50% de su patrimonio]. 'Hay mucho particular, inversores medios que han adquirido varias viviendas estos últimos años y que las han puesto en una sociedad patrimonial', advierte.
Pedro Gamero del Castillo es presidente de la Asociación de Inmobiliarias con Patrimonio en Alquiler (Asipa), miembro de la European Property Federation en representación del sector inmobiliario español. 'Siempre hemos dicho que el tipo de vivienda en alquiler que hace falta es distinto del que saldría en estas circunstancias, que, en general, serán viviendas desubicadas, más bien grandes, antiguas y, por tanto, caras de mantener'.
El presidente de Asipa defiende que hay que hacer casas pensadas para alquilar, acopladas a las necesidades actuales. 'Dudo mucho que las medidas anunciadas vayan a solucionar la situación. Además, va a salir al mercado un producto que no es el necesario ni está donde tiene que estar'. Gamero del Castillo coincide con Fernández de Araoz en la necesidad de medidas fiscales para las sociedades patrimoniales. 'Si a las inmobiliarias se les da la misma desgravación que a los fondos, se harán viviendas ajustadas a lo que es la demanda actual, que, además, en sus fases de construcción, producen al Estado una recaudación y un beneficio mayor que el que obtendrá por la desgravación'.
Pedro Gamero recuerda que 'más del 90% de las viviendas las hacen promotores pequeños y medianos, que al entrar en la vivienda en alquiler se patrimonializarían y tendrían una permanencia en el mercado que hoy muchos no tienen'.
'Es lógico que el efecto de esas medidas que anuncia el Gobierno sea la salida de más viviendas en régimen de alquiler. ¿Que se deduzca de forma tan directa una repercusión que pueda notarse en el mercado?, lo dudo'. Es la valoración que hace Antonio Portillo de las próximas medidas y de los objetivos que persiguen. Portillo ha sido presidente nacional de la Asociación Española de Promotores Públicos de Vivienda y Suelo, y es gerente de la sociedad Viviendas Municipales de Córdoba. En su opinión, 'va a ser mucho más importante el ineludible descenso de la demanda de compra de vivienda y, consecuentemente, el exceso de oferta que va a haber que estas medidas'. Augura que será más determinante la próxima salida al mercado del alquiler de muchas de la viviendas compradas estos últimos años.
La intención del Gobierno de que los propietarios de viviendas que las pongan en alquiler tengan una deducción de entre el 25% y el 50% en sus ingresos por la renta que genere el inmueble contribuirá a aumentar el parque de viviendas en arrendamiento. Lógico, pero también insuficiente. Los expertos consultados ven positiva la medida, pero escasa.
'Para el mercado del alquiler es bueno que se empiecen a implantar medidas de este tipo', opina Pedro Fernández de Araoz, director de Aguirre Newman Residencial. 'Seguro que algún efecto tendrá sobre el parque actual de viviendas; pero no sé si se han olvidado del inquilino, que también debería beneficiarse', puntualiza. 'Podríamos encontrarnos en una situación en la que, aun aumentando el parque en alquiler, continúe siendo más interesante la compra debido a la desgravación fiscal'.
Desde el Ministerio de Hacienda se afirma que las medidas pretenden aumentar la oferta y rebajar el precio. 'Si la oferta es mayor, los precios tenderán a la baja. También un aumento de la demanda en alquiler podría ayudar a controlar la revalorización constante y excesiva de la vivienda en venta. Pero, para que esto suceda, hay que posicionar la vivienda en alquiler en una situación atractiva frente a la vivienda en compra; que la gente se empiece a plantear el alquiler como una posibilidad', estima Fernández de Araoz.
El director de Aguirre Newman Residencial recuerda que en algún momento se habló de homologar a las sociedades patrimoniales con los fondos de inversión inmobiliaria [los fondos tributan un 1% en el impuesto de sociedades por destinar a vivienda en alquiler más del 50% de su patrimonio]. 'Hay mucho particular, inversores medios que han adquirido varias viviendas estos últimos años y que las han puesto en una sociedad patrimonial', advierte.
Pedro Gamero del Castillo es presidente de la Asociación de Inmobiliarias con Patrimonio en Alquiler (Asipa), miembro de la European Property Federation en representación del sector inmobiliario español. 'Siempre hemos dicho que el tipo de vivienda en alquiler que hace falta es distinto del que saldría en estas circunstancias, que, en general, serán viviendas desubicadas, más bien grandes, antiguas y, por tanto, caras de mantener'.
El presidente de Asipa defiende que hay que hacer casas pensadas para alquilar, acopladas a las necesidades actuales. 'Dudo mucho que las medidas anunciadas vayan a solucionar la situación. Además, va a salir al mercado un producto que no es el necesario ni está donde tiene que estar'. Gamero del Castillo coincide con Fernández de Araoz en la necesidad de medidas fiscales para las sociedades patrimoniales. 'Si a las inmobiliarias se les da la misma desgravación que a los fondos, se harán viviendas ajustadas a lo que es la demanda actual, que, además, en sus fases de construcción, producen al Estado una recaudación y un beneficio mayor que el que obtendrá por la desgravación'.
Pedro Gamero recuerda que 'más del 90% de las viviendas las hacen promotores pequeños y medianos, que al entrar en la vivienda en alquiler se patrimonializarían y tendrían una permanencia en el mercado que hoy muchos no tienen'.
'Es lógico que el efecto de esas medidas que anuncia el Gobierno sea la salida de más viviendas en régimen de alquiler. ¿Que se deduzca de forma tan directa una repercusión que pueda notarse en el mercado?, lo dudo'. Es la valoración que hace Antonio Portillo de las próximas medidas y de los objetivos que persiguen. Portillo ha sido presidente nacional de la Asociación Española de Promotores Públicos de Vivienda y Suelo, y es gerente de la sociedad Viviendas Municipales de Córdoba. En su opinión, 'va a ser mucho más importante el ineludible descenso de la demanda de compra de vivienda y, consecuentemente, el exceso de oferta que va a haber que estas medidas'. Augura que será más determinante la próxima salida al mercado del alquiler de muchas de la viviendas compradas estos últimos años.
El número de viviendas en alquiler representaba en 1999 el 14% del parque de viviendas principales.
Si diferenciamos entre alquiler privado y alquiler social (formado por parques públicos de vivienda o estrechamente conectados o convenidos con el sector público), la proporción de la vivienda social en arrendamiento respecto del total del parque en alquiler es sólo del 2%.
Los datos corresponden al estudio La política de vivienda en una perspectiva europea comparada, que acaba de editar la Fundación La Caixa y del que es autora Carme Trilla, economista y consultora privada en temas del sector inmobiliario y de la construcción.
Uno de los elementos de mayor discrepancia entre España y la mayoría de los países europeos, según el estudio, es la práctica inexistencia de parque de vivienda social. 'Las inversiones públicas en vivienda en España no han contemplado en ningún momento una oferta seria y efectiva de alquiler social', añade.
'La vivienda social de alquiler o la de régimen especial en alquiler es una figura testimonial en los planes de vivienda. Consume dinero que va a vivienda de protección oficial en régimen de compraventa. Por eso no se hace', explica Antonio Portillo. 'Para el Gobierno es muy fácil vender la idea de que se estará en las 400.000 o 500.000 viviendas en los próximo cinco años. Habría que analizar si ésa es la prioridad, porque a lo mejor esa política de cifras se está haciendo a costa de marginar más a los ya marginados'.
El número de viviendas en alquiler representaba en 1999 el 14% del parque de viviendas principales.
Si diferenciamos entre alquiler privado y alquiler social (formado por parques públicos de vivienda o estrechamente conectados o convenidos con el sector público), la proporción de la vivienda social en arrendamiento respecto del total del parque en alquiler es sólo del 2%.
Los datos corresponden al estudio La política de vivienda en una perspectiva europea comparada, que acaba de editar la Fundación La Caixa y del que es autora Carme Trilla, economista y consultora privada en temas del sector inmobiliario y de la construcción.
Uno de los elementos de mayor discrepancia entre España y la mayoría de los países europeos, según el estudio, es la práctica inexistencia de parque de vivienda social. 'Las inversiones públicas en vivienda en España no han contemplado en ningún momento una oferta seria y efectiva de alquiler social', añade.
'La vivienda social de alquiler o la de régimen especial en alquiler es una figura testimonial en los planes de vivienda. Consume dinero que va a vivienda de protección oficial en régimen de compraventa. Por eso no se hace', explica Antonio Portillo. 'Para el Gobierno es muy fácil vender la idea de que se estará en las 400.000 o 500.000 viviendas en los próximo cinco años. Habría que analizar si ésa es la prioridad, porque a lo mejor esa política de cifras se está haciendo a costa de marginar más a los ya marginados'.