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Oriente Medio

Sharon endurece el cerco a los palestinos en Jerusalén

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, afirmó ayer después de su reunión con el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, que el Ejército de su país no se retirará de las zonas palestinas en Cisjordania hasta que termine su operación y que va a cercar Jerusalén y Tulkarem. Horas antes, Powell había mantenido una entrevista 'útil y constructiva' con el presidente palestino, Yasir Arafat, en sus oficinas de Ramala. Según el secretario de Estado, 'Arafat está comprometido con el alto el fuego'.

El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, ha calificado de 'útil y constructiva' la entrevista de tres horas que ha mantenido en Ramala con el líder palestino Yasir Arafat, confinado desde hace mes y medio en su cuartel general de la ciudad cisjordana. 'Arafat está comprometido con el alto el fuego', aseguró Powell.

El presidente palestino, Yasir Arafat, expresó por su parte a Colin Powell, que no habrá negociaciones con Israel hasta que no se retiren las tropas de su reciente invasión en Cisjordania.

Horas después de hablar con Arafat, el secretario de Estado de EE UU hizo lo propio con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, a quien solicitó la retirada inmediata de las ciudades ocupadas. La entrevista entre Sharon y Powell es la segunda que ambos mantienen desde la llegada a la región del jefe de la diplomacia estadounidense el viernes.

El dirigente israelí, lejos de aceptar la retirada de las ciudades ocupadas, anunció la creación de un 'cerco defensivo' alrededor de Jerusalén y Tulkarem, acordado por el Gabinete de Seguridad israelí, integrado por 14 ministros. Este cerco tendrá la misión de impedir la 'entrada de terroristas', además de impedir el acceso de palestinos de Cisjordania a Israel, a excepción de 'casos excepcionales y humanitarios'.

Eso significa que miles de palestinos de Cisjordania no podrán entrar en Jerusalén Este, que Israel se anexionó en 1967, para trabajar, estudiar o rezar en las mezquitas como la de Al-Aksa, la tercera más sagrada para el mundo islámico después de La Meca y Medina y erigida en la llamada Explanada de las Mezquitas, donde comenzó la Intifada en septiembre de 2000. Sharon acompañó este anuncio con el de una conferencia regional que trate la situación política en Oriente Próximo. En esta reunión participarían Israel, Arabia Saudí, Egipto, Marruecos, Jordania y representantes de la Autoridad Nacional Palestina.

Sharon aún tenía más que decir. Según aseguró, el primer ministro no hablará más con el representante europeo de Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, debido a la posición de la Unión Europea con respecto a Israel.

El primer ministro añadió que cada vez que se ha reunido con Solana luego se ha 'arrepentido'. Fuentes diplomáticas occidentales, que se mostraron preocupadas por la afirmación de Sharon, dijeron que esta noche llega a Israel el enviado especial de la UE para Oriente Medio, Miguel Ángel Moratinos.

Las tropas israelíes continuaron ayer cercando las principales ciudades cisjordanas, pese al anuncio de que se levantaría la condición de 'zonas militares cerradas' a las áreas invadidas en la operación Muro de Defensa. Raanán Guissin, portavoz del primer ministro israelí, aseguró ayer que el Ejército había comenzado a retirarse de más de 40 puntos en Cisjordania, a excepción de Tulkarem y Kalkilia. Sólo la Mukata de Ramala, la Basílica de Belén y el campo de refugiados de Jenín, en el que viven 15.000 personas y que ha sido completamente destruido, seguían siendo consideradas 'zonas militares cerradas'.

Sin embargo, fuentes palestinas aseguraron ayer por la tarde que los soldados continúan imponiendo un estrecho bloqueo a la mayoría de las ciudades invadidas en Cisjordania, a las que aún no han podido acceder las organizaciones humanitarias ni médicas, como tampoco la prensa.

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