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Tribuna
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El 'caso Enron' y las teleoperadoras

La mayoría de los analistas económicos sostienen que la economía de EE UU está ya en recuperación y que probablemente la economía europea seguirá el mismo camino. Pero aunque esto fuera cierto, lo que es casi seguro es que para el sector de las tecnologías de la información y telecomunicaciones (TIT) la recuperación va a tomar más tiempo, porque atraviesa una situación muy complicada caracterizada por la sobreinversión efectuada (más elevada que el resto de sectores) y por un exceso de capacidad.

La consecuencia normal de esta sobreinversión es un elevado endeudamiento y unos resultados negativos. La mayoría de las operadoras tradicionales, Deutsche Telecom, por ejemplo, con 62.000 millones de euros, y France Télécom con 61.000 millones. Las operadoras alternativas están endeudadas aún en mayores proporciones y lo mismo ocurre con las operadoras sin red propia, CLEC.

La crisis afecta también a las empresas de software y el deterioro se ha sentido igualmente en los servicios de Internet. Así, los proveedores de Internet en Europa han pasado de 4.000 a 60 en los dos últimos años.

Todas las empresas de este sector necesitan reducir su endeudamiento y sanear sus balances, reduciendo personal, limitando sus inversiones y vendiendo activos. Muchas empresas de telecomunicaciones tienen que sanear sus balances amortizando gran parte de los valores de las adquisiciones (writte down), que realizaron a precios desorbitados.

El caso Enron ha hecho que se estén incrementando las actuaciones inspectoras de la SEC, la Comisión del Mercado de Valores de EE UU, sobre las prácticas contables de algunas teleoperadoras en dificultades como Global Crossing, Qwest, WorldCom, XO y Level 3. Global y XO están ya en suspensión de pagos.

Cuando todo el mundo está escandalizado por el caso Enron, hay que pensar que hay empresas de telecomunicación, como el cableoperador británico NTL, empresa mucho menos conocida que la eléctrica, que el último mes no ha pagado los intereses de sus bonos, cuya emisión fue por valor de 13.200 millones de euros, superando la emisión de Enron que alcanzaba 11.400. Si no llega a un acuerdo con los acreedores, que hay posibilidades de alcanzar, se trataría de uno de los incumplimientos más grande de la historia.

Otros cableoperadores importantes tienen también grandes dificultades, como Telewest o UPC, que ha dejado de pagar intereses. Y estamos hablando de empresas medianas. Algunas firmas del sector están tan sobreinvertidas y endeudadas, que aún las medianas tienen más volumen de deuda que las empresas grandes de otros sectores.

Otras empresas como AOL tienen write down de 54.000 millones de dólares (61.560 millones de euros), algo realmente increíble, lo que refleja que el valor de la fusión con Time Warner, que fue de 106.000 millones de dólares (120.840 millones de euros), se estima ahora en la mitad. Y lo mismo podría decirse de la adquisición de Mannesmann por Vodafone o de Mobilcom y NTL por France Télécom.

El sector de las TIT está todavía en crisis, y no en recuperación. Sería conveniente no crearle más complicaciones, sino facilitar la difícil transición en la que está inmerso, potenciando la consolidación de las empresas, en caso contrario este sector puede incidir negativamente en la salida de la crisis.

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