Más sombras que luces en Europa
Un informe revela que la fiscalidad y la legislación hacen que el mercado del arte de la UE pierda cuota frente a EE UU
Una de las subastas de arte más excepcionales del pasado año fue la de la colección del hombre de negocios belga René Gaffé. Un legado de 25 pinturas y esculturas de Arp, Braque, Magritte, Miró, Picasso y otros artistas que se subastó a beneficio de Unicef. La venta, inicialmente prevista en París, se celebró finalmente el 6 de noviembre de 2001 en la sede neoyorquina de Christie's. De esa forma, las obras eludieron el pago de derechos de sucesión vigente en la UE. Pues bien, esa legislación que permite a los herederos de un artista beneficiarse muchos años después de su muerte de un porcentaje sobre la reventa de las obras es una de las principales razones que explican la pujanza del mercado de arte estadounidense en detrimento del europeo.
Un estudio encargado por Tefaf Maastricht, la feria de arte que cada marzo concentra en esta ciudad holandesa lo más selecto del mundo de las antigüedades, cifra el negocio global del arte en 26.700 millones de euros, de los que el 45% se genera en Europa. En tres años, el Viejo Continente ha visto reducida su cuota mundial en un 7%. Hoy la preponderancia corresponde a Estados Unidos, según los analistas, por culpa de las leyes de la Unión Europea, que han minado la competitividad de su mercado del arte.
El informe independiente encargado por Tefaf ha sido realizado por Kusin & Co., una sociedad con sede en Dallas (Texas) dirigida por David Kusin, un antiguo conservador del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, que ya dirigió la mayor parte de la investigación básica del informe que publicó Tefaf en 2002.
Las tintas van cargadas contra el droit de suite, o derecho de sucesión, y el IVA a la importación. En la decisión de Bruselas primó la homogeneidad entre los países, sin reparar en las consecuencias que se derivarían para el mercado, dice la página 30 del informe. Y una de ellas es que las obras de arte acaban en Estados Unidos. Desde 1998, los precios de las obras se han revalorizado de media un 21%, excepto en Europa, donde ha disminuido un 36%.
El estudio ha contado con el apoyo de Cinoa (Confédération Internationale des Négociants en Ouvres d'Art), Bamf (British Art Market Federation) y el Sindicato Nacional de Anticuarios. A pesar de estos apoyos oficiales, aconsejan tomar los datos con prudencia, habida cuenta que la opacidad de muchas operaciones resta fiabilidad al trabajo de los expertos.
El informe llama la atención sobre las ventajas de un próspero mercado del arte europeo como significativa fuente de empleo y beneficios para la economía. De acuerdo con sus conclusiones, las operaciones de compraventa de obras de arte son el medio de vida de 136.000 personas, entre empleo directo e indirecto. La investigación llama la atención sobre la amenaza que para muchos de estos empleos supone la pérdida de competitividad en Europa.
El perjuicio se reparte entre comerciantes y coleccionistas. Entre los primeros, especialmente, los de arte contemporáneo, pues está claro que coleccionistas como el americano que adquirió en la pasada edición de Tefaf el dibujo Mourning Woman, de Miguel Ángel, no tendrán que pasar un cheque a los herederos del artista. æpermil;ste es un mercado habitado por los consumidores más educados y adinerados, que gastan su dinero como quieren. La imagen de Europa como un lugar complicado y caro para hacer negocios, más cuando se trata de bienes no necesarios, les animará a considerar otras alternativas. La penalización fiscal no es menos peligrosa, porque impedirá que las mejores obras lleguen a Europa. æpermil;ste es el principal peligro para el mercado europeo del arte, señala el informe.
Que Tefaf haga coincidir los resultados de una investigación sobre el mercado del arte con la celebración de la feria de antigüedades no es casualidad. Su presidente, Willem Baron van Deme, ha llamado la atención sobre la conveniencia de que los Gobiernos europeos aprecien los beneficios económicos y culturales que produce el mercado del arte. Y el informe puede contribuir a ello.
El mercado en cifras
Fiscalidad y legislación, sin embargo, no son los únicos elementos que justifican el análisis. Kusin & Co. repasa en datos la situación del mercado del arte europeo. Así, el número de empresas dedicadas a esta actividad asciende a 28.800 y las personas que viven directamente de ella se aproxima a las 74.000. El conjunto de ventas realizadas en 2001 totalizaron 12.000 de euros, cifra que equivale al 45% del mercado global. A estas cantidades hay que añadir los 1.660 millones de euros gastados en empresas auxiliares, que crean 62.000 puestos de trabajo indirectos.
La balanza comercial arroja un saldo favorable a la Unión Europea, con importaciones por valor de 1.530 millones de euros y exportaciones de 1.810 millones, según los datos tomados de Eurostat, la oficina estadística de la UE, correspondientes a 1999.
Entre 1998 y 2001 el precio medio de una obra de arte vendida en subasta ha caído un 39%, hasta los 7.662 dólares, aunque las cotizaciones no han seguido una evolución similar a uno y otro lado del Atlántico. El precio medio de una pintura en el Reino Unido ha aumentado en el periodo un 54%, hasta 24.968 dólares, mientras que en EE UU el avance ha sido del 75%, hasta 79.003 dólares.
El declive de los últimos tres años se ha traducido en una pérdida de cuota de mercado para la UE del 7,2%. Sin tener en cuenta a Reino Unido, la merma se amplía hasta el 9%. Reino Unido es, en efecto, el mayor mercado de arte europeo, contabilizando 56 de cada cien euros que se mueven en el negocio, seguido a bastante distancia de Francia, con el 16,8% del total del mercado.
Tras el análisis, una conclusión: la pérdida de peso de Europa en el mercado global del arte es atribuible a la fiscalidad y la regulación. Para el sector, nada nuevo respecto a lo conocido, aunque nunca está de más una llamada de atención.