El valor de las firmas de entretenimiento se mueve con el éxito de las promociones
La industria del entretenimiento vive momentos de agitación. La fuerte revalorización registrada tras la crisis de los atentados ha dado paso a cierto nerviosismo por la quiebra de Kirch. Los resultados de las compañías y, por tanto, el éxito de las promociones son ahora el centro de atención de los inversores. Bloomsbury, que edita los libros de Harry Potter, y la discográfica EMI registran alzas del 24% y 53% desde los mínimos.
La industria del ocio fue, junto a las aerolíneas y las empresas turísticas, una de las más penalizadas tras los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo, las mejora de las expectativas económicas, los primeros indicios de recuperación y el éxito de ciertas promociones impulsaron algunos valores.
Bloomsbury Publishing, editora de los libros infantiles de Harry Potter, sube en Bolsa el 24% desde mínimos de septiembre y la discográfica EMI, un 53%. Otros valores, como Future Networks, que edita revistas de videojuegos, gana el 180%, y Mediaset, accionista de varias televisiones europeas, entre otras la española Tele 5, un 73%.
En las últimas sesiones, no obstante, el sector ha dado muestras de debilidad. La quiebra de la alemana Kirch, cuyo principal agujero fue la cadena de televisión de pago Premiere, ha afectado a la cotización de estas empresas.
La crisis de Kirch ha hecho que aumente la inquietud de los inversores sobre los resultados. Bloomsbury presentó hace unas semanas las cuentas del ejercicio pasado. Anunció un aumento del 58% en las ganancias, impulsadas por el éxito del niño mago de sus novelas.
El estreno a finales del pasado año de la película de Harry Potter provocó una espectacular alza de las ventas del libro, e incluso se espera que el efecto se prolongue a lo largo de 2002, animada por la aparición de vídeos, DVD y otros artículos. Las novelas de Harry Potter, de las que se han vendido 140 millones de copias, se han traducido a 47 lenguas. La acción de Bloomsbury se recuperó al final de 2001 para cerrar el año con una bajada del 9%. El índice Stoxx de medios cayó un 27%.
Por su parte, EMI se enfrenta a dificultades, a pesar de producir a artistas de éxito como la australiana Kylie Minogue, Paul McCartney o Pink Floyd. La tercera discográfica del mundo anunció el recorte de 1.800 empleos, la refinanciación de su deuda y la venta de activos para sanear sus cuentas. Los resultados han estado afectados por una provisión de 210 millones de euros, destinada, entre otras, a la indemnización de la estrella del pop Mariah Carey.
La discográfica pagó a Carey 31,6 millones de euros por romper el contrato argumentando 'el bien de sus accionistas'. Unos meses antes había firmado uno de los acuerdos más caros de la historia por cuatro discos, que, según la empresa, no tuvieron el éxito esperado. El valor bajó el año pasado un 35%.