Pedro Luis Uriarte dimite como consejero de Telefónica en representación del BBVA
Alierta ha calificado como "perfecta" la colaboración de Uriarte en su etapa como consejero y vicepresidente de la compañía y anunció que el Consejo de Administración del Telefónica decidirá mañana el sustituto de Uriarte, aunque no quiso citar ningún nombre como candidato.
El BBVA, que posee alrededor de un 5% de Telefónica, está representado en el Consejo de Administración de esta operadora por su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y por los directivos del banco Gregorio Villalabeitia y José Maldonado.
Uriarte aparece como uno de los principales afectados por el expediente sancionador abierto por el Banco de España, ya que tanto él como el ex vicepresidente Emilio Ybarra se atribuyen la decisión de haber creado cuentas secretas en el BBVA Privanza en Jersey en 1988, que llegaron a acumular casi 225 millones de euros. Fuentes financieras aseguran que ésa fue una de las principales razones que llevaron a Uriarte a dejar de manera anticipada su cargo de consejero delegado en el BBVA junto a Ybarra el pasado 18 de diciembre. La desvinculación definitiva de Uriarte de BBVA, con la dimisión a la vicepresidencia de Telefónica, supone la tercera renuncia de antiguos directivos de BBVA desde que el Banco de España decidiese incoar expediente administrativo a la entidad y a 16 ex directivos del antiguo BBV el pasado 15 de marzo.
En ese momento, sin embargo, fuentes del banco explicaron que el abandono voluntario del consejero delegado se debía a su interés por "facilitar la puesta en marcha de una nueva etapa en el BBVA", bajo la presidencia de Francisco González.
A Uriarte no sólo se le atribuye la creación de las cuentas en paraísos fiscales, sino que también aparece como beneficiario de 1,3 millones de dólares (unos 240 millones de pesetas) de uno de los planes de pensiones secretos creados, supuestamente, para compensar a los consejeros del BBV la rebaja de sus retribuciones tras la fusión con Argentaria. Además, Uriarte podría ser uno de los afectados por la investigación que está llevando a cabo el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que considera que las irregularidades cometidas por el BBVA podrían ser constitutivas de delitos de apropiación indebida, falsedad documental y administración desleal. No obstante, el fiscal tiene que comunicar al juez todavía qué personas, a su juicio, estuvieron involucradas en estos hechos.
Uriarte, bilbaíno de 58 años, era considerado hasta su abandono del banco como el artífice de la escalada de la entidad hasta la élite financiera mundial y como el hombre fuerte del antiguo BBV que serviría de contrapeso frente al presidente Francisco González -procedente de Argentaria- cuando Ybarra se jubilara.
Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto y en Derecho por la Universidad de Valladolid, se incorporó al Banco Bilbao en 1975, y tras su paso por la política (fue consejero de Economía del Gobierno Vasco entre 1980 y 1985), entró a formar parte del Consejo de Administración del BBV en enero de 1990, donde ha desarrollado su posterior carrera profesional. Su sustituto como consejero delegado del banco, José Ignacio Goirigolzarri, es el único miembro del actual Consejo del BBVA que precede del BBV que no aparece relacionado en la investigación del Banco de España por cuentas opacas y fondos de pensiones secretos.
El PSOE pide que Francisco González explique cómo logró el control de BBVA
El diputado Antonio Cuevas, secretario general adjunto del Grupo Socialista en el Congreso, ha afirmado que "nadie se cree que no se conociera la existencia de las cuentas secretas del BBV y que, por tanto, se pueda haber utilizado como chantaje" para que los representantes de Argentaria tomaran el control de BBVA en detrimento de la entidad vasca. "Y si eso no es así, que explique Francisco González (presidente de Argentaria y de BBVA) cómo lo ha conseguido y qué accionistas le han respaldado", ha agregado.
Cuevas ha afirmado además que el Ejecutivo del PP no puede seguir "echando balones fuera" y que debe explicar esos aspectos de la polémica.
A su juicio, "no se puede aceptar" que no haya habido una "palanca" para permitir que Francisco González y Argentaria, que era la entidad más pequeña de las dos, haya tomado el control de BBVA tras la fusión, en detrimento de BBV, que era la mayor. "El PP no tiene acciones, pero tiene al presidente", ha apostillado.
En este sentido, ha indicado que "nadie se cree" que la información de las cuentas secretas no se conociera con suficiente tiempo comop paera utilizarla como "chantaje" contra los consejeros del BBV. "Y si no es así, que Francisco González explique cómo consiguió el control y con qué accionistas contó", ha agregado.
Asuimismo, ha argumentado sus sospechas asegurando que no resulta fácil de entender que se hayan revelado tan rápidamente datos de las cuentas secretas del BBV investigadas por el Banco de España, y que aún se esté a la espera de conocer quién estaba detras de las cuentas opacas del HSBC descubiertas en la investigación del 'caso Gescartera'.
El BBVA de México asegura que la compra de Bancomer fue transparente
Un anónimo portavoz de BBVA-México ha defendido la transparencia en la compra de Bancomer en México en el 2000. El representante de la entidad, que ha preferido el anonimato, insiste en que la operación se realizó bajo la supervisión de las autoridades mexicanas y negó que se hubieran usado recursos de las cuentas investigadas en España para comprar acciones de la entidad mexicana.
BBVA adquirió Bancomer, el segundo banco del país, en el 2000 por unos 2.500 millones de dólares, de los cuales 1.400 fueron una aportación en efectivo para la capitalización del banco. El ejecutivo recordó que ese año, BBVA informó "motu proprio" al Banco de España sobre unas inversiones en empresas "off shore" en paraísos fiscales que no habían sido registradas, pero que pagaron los impuestos correspondientes por utilidades de unos 200 millones de dólares.
El entonces copresidente del BBVA, Francisco González, informó en septiembre de 2000 al Banco de España sobre esta situación con el fin de regularizar la situación de las cuentas. "Es extraño que ahora salga públicamente este asunto" que no representa un fraude ni falta dinero, ni es un problema mayor", explicó el ejecutivo.
La salida de Uriarte deja abierta la puerta a nuevos cambios en el consejo de Telefónica
La salida del consejo de administración del grupo Telefónica de Pedro Luis Uriarte, vicepresidente de la compañía y uno de los cuatro representantes de BBVA en el consejo de administración de la operadora, abre la puerta a los cambios en el consejo de la compañía que preside César Alierta. El consejo de administración de Telefónica se reunirá manaña, antes de la junta general de accionsistas, y previsiblemente abordará su remodelación, ya que este año expira el plazo de nombramiento de cuatro consejeros: Pedro Ballvé, presidente de Campofrío y Telepizza, Gaspar Ariño, Ignacio Larracoechea y Maximino Carpio. Ballvé, Ariño y Larracoechea son los tres únicos consejeros independientes nombrados por el anterior presidente, Juan Villalonga, que aún permanecen en el consejo. A lo largo del pasado año, el consejo de administración de Telefónica sufrió diversos cambios, en los que hombres de confianza de Villalonga, han sido sustituidos por personas de un círculo más próximo a César Alierta. De esta forma, el 28 de marzo de 2001 abandonaron su cargo como miembros del consejo, Alberto Cortina, José María Mas Millet y Carles Vilarrubí, quienes fueron sustituidos por Antonio Jesús Alonso Ureba, Carlos Colomer y Alfonso Ferrari. El pasado 27 de febrero, cesó en su cargo José Javier Echenique y se nombró en sustitución a Gregorio Villalabeitia.