La AIE teme que la subida del precio del crudo entorpezca la recuperación
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertó ayer de que la fuerte revalorización del crudo puede retrasar la recuperación económica mundial y reducir la demanda de crudo. En su informe mensual, la institución constata el incremento de la producción de la OPEP, lo que ha generado confianza en el mercado. No obstante, la violencia en Oriente Próximo se ha convertido en un foco de inestabilidad para el sector.
La AIE estima que la fuerte subida en el precio del crudo, más de un 30% en sólo cinco semanas, responde 'tanto a los fundamentos del mercado como a la prima de riesgo geopolítico'. El riesgo está centrado en la violencia que azota a Oriente Próximo. El temor a que el conflicto entre Israel y Palestina se extienda al resto de países árabes ha espoleado los precios en las últimas semanas. Un movimiento que, a juicio de la AIE, 'no debe ser despreciado como meramente especulativo o irrelevante. La prima de riesgo es la respuesta del mercado a una percepción real de amenazas al suministro de petróleo'.
Estos problemas de suministro, en un contexto de reactivación económica y, por tanto, de la demanda energética, empezaron a materializarse el pasado lunes cuando Irak decidió suspender sus exportaciones durante un mes. Irán y Libia afirmaron que secundarían el embargo iraquí, si éste era respaldado por otros productores árabes. Posibilidad poco probable, dada la rotunda negativa de Arabia Saudí, primera productora mundial de petróleo.
El secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Alí Rodríguez, anunció ayer que Irán y Libia confirmaron 'oficialmente' a la organización de que no respaldarán a Irak, informa Europa Press. Rodríguez añadió que el grupo no cree necesario un aumento de su producción 'ni ahora, ni en la reunión de junio'.
Cede levemente el crudo
Los anuncios de la OPEP de garantizar el suministro y la renovada implicación de la Casa Blanca para resolver el conflicto han contribuido a moderar el precio. El barril de brent, el de referencia en Europa, cotizó ayer cerca de los 26 dólares, frente a los 27 dólares del lunes.
El temor en Occidente es más que justificado. EE UU importa el 56,6% del crudo que consume y el 25% de esas importaciones proviene del golfo Pérsico. El 67% del crudo que los países OCDE de Europa consumieron en el último trimestre de 2001 era importado, según las estimaciones del Centro para Estudios Globales de la Energía.
La dependencia occidental respecto al cartel es evidente. La OPEP sigue siendo el principal distribuidor, con una cuota de mercado del 36%.
El nivel oficial de producción de la OPEP-10 (Irak está excluido del sistema de cuotas) es de 21,7 millones de barriles diarios, el ritmo más bajo en 10 años. Pero la AIE percibe una clara indisciplina del grupo. La institución estima que la producción del cartel creció en marzo en 440.000 barriles diarios, hasta los 23 millones de barriles diarios. Aun así, la producción es 3,7 millones de barriles diarios inferior a la del año pasado. Por otra parte, el incremento de producción del cartel fue compensado por la actuación de otros países petroleros, con Noruega a la cabeza, que redujeron el suministro 480.000 barriles.
A la reducción de la oferta se suman otros factores que añadirán presión por el lado de la demanda: la reactivación económica global, liderada por EE UU, y el deterioro de los inventarios de la OCDE, que cayeron en febrero 480.000 barriles diarios. Esta reducción se debió a la fuerte demanda de derivados, especialmente de gasolina en EE UU. En cambio, las existencias de crudo se mantuvieron estables.
La debilidad de la demanda, que ha marcado el mercado energético en los últimos meses, permite que el grado de cobertura de las reservas de la OCDE sea de 56 días, 3,5 días más que hace un año. La AIE estima que la demanda mundial de crudo crecerá a un ritmo de 440.000 barriles diarios, 300.000 barriles más que el año pasado, hasta los 76,4 millones de barriles.