PwC considera que la economía española se recuperará en el segundo trimestre
El Consenso Económico, que realiza trimestralmente PricewaterhouseCoopers (PwC) a partir de la opinión de un panel de más de 150 expertos, expresa un cambio hacia el optimismo sobre la evolución de la economía. El 78,5% de los analistas considera que la actividad cerrará 2002 con un avance superior al 2,1% y que el cambio de tendencia se registrará en el segundo trimestre.
Por sectores, las expectativas han dejado de ser ampliamente pesimistas para la mayoría de ellos, sólo los bienes de equipo, de consumo duradero y de construcción mantienen esta tendencia negativa. En cuanto a los precios, las expectativas sobre un futuro incremento de la inflación se mantienen a la baja, ya que el 52,7% de los encuestados cree que el IPC se situará a final de año entre el 2,5% y el 3%; y la mayoría de ellos considera que se han reducido las presiones inflacionistas, salvo aquellas derivadas de los precios de las materias primas.
En este sentido, y como consecuencia de un avance en el control de la inflación, la mayoría de los expertos muestra una opinión favorable a un incremento de los tipos de interés. El 57,6% de los consultados cree que subirán y el 35,4% sostiene que se mantendrán estables.
El Consenso Económico, elaborado por PricewaterhouseCoopers, aborda también una comparativa entre las economías de Estados Unidos y la zona euro. Los expertos estiman que el mejor comportamiento de la economía americana respecto a la de la Unión Europea en la última década se debe a factores como el tratamiento fiscal desfavorable de la UE, la insuficiente dotación de capital físico y humano, unos tipos impositivos marginales demasiado elevados o un sistema educativo deficiente y escasamente orientado a la demanda de las empresas.
Asimismo, los analistas destacan como los factores que definen el diferente potencial de crecimiento de una economía y de otra el tratamiento fiscal desfavorable que tiene el ahorro en la UE comparado con normativa estadounidense, la escasa importancia de una clase empresarial emprendedora en la zona euro y la insuficiente apertura de los mercados nacionales a la competencia.
Las reformas que los expertos consideran más difíciles de llevar a cabo para recortar ese diferencial entre ambas potencias económicas son la del mercado de trabajo, el incremento del gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) por parte de las compañías o la articulación de un poder fiscal supranacional que gestiona las transferencias de renta y riqueza entre Estados, entre otras.
También ven como poco probable que los Ejecutivos acometan la reducción del tamaño de las Administraciones públicas, así como que lleven a cabo la reforma de las prestaciones sociales que desincentivan la participación de los ciudadanos en el mercado de trabajo. Por último, creen que la ausencia de una amonestación formal por parte del Ecofin a Alemania y Portugal por incumplir el objetivo de déficit 'supone una violación al espíritu del Tratado de la Unión'.