Auna negocia con Birulés la devolución de 30 millones en avales de Quiero
Los gestores de la plataforma de televisión digital de pago Quiero dedican ya el 90% de su actividad a preparar la empresa para su liquidación, porque la confianza en una venta se reduce con cada hora que pasa. Una vez encarrilada la negociación con los acreedores, la mayor preocupación de los accionistas es llegar a un acuerdo con la Administración para devolver la licencia y conseguir a cambio el reembolso de los 30 millones de euros en avales depositados por Quiero cuando ganó el concurso.
Los ejecutivos de Quiero y los accionistas de la plataforma de televisión digital están más preocupados en estos momentos por encontrar una salida negociada en la liquidación de la compañía que por jugar las últimas bazas de una posible venta. Después de meses de conversaciones y desengaños con hipotéticos compradores, el holding de telecomunicaciones Auna, dueño de la deficitaria empresa, está a un paso de tirar la toalla y ha centrado su prioridad en cerrar Quiero TV con los menores conflictos posibles.
Para conseguirlo ya ha dado el primer paso y negocia con los acreedores una quita entre el 30% y el 50%. La segunda fase pasa por alcanzar un acuerdo con la Administración.
Auna está dispuesta a devolver la licencia en cuanto, el próximo día 15, termine el plazo que tiene el fondo estadounidense Anshutz para presentar una oferta y decidan el cese definitivo de la actividad de la compañía. El espectro radioeléctrico es el activo fundamental con el que cuenta Quiero, así que su devolución dejaría a la empresa sin los derechos que adquirió en el concurso. La intención de los ejecutivos es que esta cesión no sea sólo la renuncia a un derecho, sino también a las obligaciones asumidas como adjudicatario de una concesión administrativa y conseguir a cambio la devolución de los avales presentados para ganar el concurso.
Fuentes de Auna cifran las garantías aportadas como prenda del desarrollo del plan de negocio y la consecución de los objetivos marcados en 30 millones de euros, una cantidad muy inferior a la de otros concursos, puesto que Quiero fue el único candidato que se presentó.
En la preferencia de la plataforma de televisión de terminar su breve existencia sin ningún proceso judicial por medio y en las mejores relaciones con la Administración pesa también el miedo de los accionistas de Auna a que el Gobierno reclame algún derecho sobre otras licencias del grupo, como son las de Amena, Retevisión o las empresas de cable.
En este contexto, la iniciativa de devolver la licencia al Ministerio de Ciencia y Tecnología es un hecho y la decisión ya ha sido tomada por el consejo. Para dar legitimidad a todos los trámites, Quiero ha convocado una junta extraordinaria de accionistas para el 25 de abril, que tiene por objetivo refrendar las actuaciones en ese sentido que se hayan realizado hasta ese momento. Fuentes de Auna aseguran que, para la fecha de la asamblea, el futuro de Quiero será ya historia.
Marco legislativo
La responsable de las telecomunicaciones españolas, Anna Birulés, medió ayer en la polémica y aseguró que Quiero tendrá que devolver la licencia y las frecuencias si no desarrolla la actividad para la que le fueron adjudicadas.
En declaraciones tras asistir al Foro e-Business sobre las Aplicaciones de las Nuevas Tecnologías en la Empresa, organizado por el grupo Intereconomía, la ministra advirtió que el posible cierre de Quiero es un asunto empresarial y que no hay que precipitar acontecimientos. Sin embargo, Birulés anticipó que cualquier cambio en la propiedad actual de Quiero tiene que ser en el ámbito de la normativa existente, 'una legislación clara, y éste es el marco en el que se ha de desarrollar cualquier acuerdo', informa Europa Press.
A la espera de que se defina el futuro de Quiero y con la esperanza de que los problemas financieros de la plataforma de televisión no traigan consecuencias para ellas, el resto de las empresas del grupo Auna mantienen su actividad tradicional. Retevisión, en su lucha contra el avance de Telefónica en ADSL, anunció ayer la ampliación de su gama de servicios para empresas centrada en el acceso rápido a Internet.
La compañía ha lanzado al mercado ADSLvoz iddeo, un producto que incluye acceso a Internet de banda ancha a través de ADSL y 1.500 minutos de tráfico de voz por una tarifa única de 70 euros mensuales.
La compañía ha aprovechado este lanzamiento para oficializar sus pérdidas netas en 2001, después de que uno de sus socios principales, Endesa, las hiciera públicas con el registro de su auditoría en la CNMV.
Retevisión confirmó que ha perdido unos 116,7 millones de euros el año pasado, aunque esta cantidad supone, según la empresa, una mejora del 37% con respecto a 2000 y no un aumento del 58,8% en los números rojos, como aseguraba la eléctrica a la comisión que regula los mercados españoles.