BBVA pierde un 4,98% y arrastra el Ibex hacia el segundo mayor descenso del año
La acción de BBVA, que había capeado en cierto modo el escándalo de los fondos ocultos, se vino abajo ayer. Perdió un 4,98%, el mayor descenso en un Ibex que vivió la segunda peor sesión del año. La subida del precio del petróleo, vinculada a la decisión de Irak de dejar de exportar, y los malos resultados de IBM y Ericsson conformaron una jornada de ventas.
El 4,98% que retrocedió ayer BBVA ha sido el primer reflejo bursátil del escándalo que ha hecho temblar los cimientos del banco. Tras un fin de semana de bombardeo mediático sobre el caso de los fondos ocultos de BBVA, los inversores empezaron a vender de verdad. Con un volumen de negocio, además, récord. Se movieron 55,6 millones de títulos, el 1,74% del capital.
El banco fue uno de los responsables, pero no el único, de la caída del Ibex, un 2,37% que sirvió para perder los 8.000 puntos. De hecho, todos los mercados europeos cayeron con fuerza. A media mañana Irak anunciaba su decisión de dejar de exportar petróleo. El precio del crudo se disparó hasta los 27 dólares, lo que afectó de inmediato a las Bolsas. Apenas digerida esta noticia, IBM anunciaba que sus beneficios del trimestre no cumplirán las expectativas. Esta noticia se sumaba a los resultados, también negativos, de Ericsson. Así, El Euro Stoxx 50 perdió un 1,98%. Wall Street abrió con bajadas, aunque el Nasdaq recuperó la senda alcista a poco del cierre.
Volumen excepcional
Se sumaban las preocupaciones para el inversor, que amaneció más pendiente de lo que se rumiaba en los pasillos de la corte madrileña o en los palacetes de Neguri que de otra cosa. BBVA ya abrió con una pérdida del 3,5%, que se agravó según se complicaba la jornada, y fue el valor más negociado del continuo, circunstancia totalmente excepcional. El banco provocó, además, que la española fuese la peor Bolsa de Europa.
El mercado lo tiene claro en casos tan feos. Ante la duda hay que vender. Eso hizo desde por la mañana, primero soltar papel y luego pensar. Y, pensando, hay varios elementos que preocupan a los expertos. En primer lugar, a nadie se le ocurre una razón para no vender BBVA cuando uno puede comprar otros bancos de los que no se conocen trapos sucios.
Es clave en este sentido la actitud de los fondos de inversión extranjeros, principales tenedores de títulos de BBVA. Los gestores comentan que los fondos suelen salir ordenadamente de los valores, si es que deciden hacerlo, y que la gestión está vinculada al análisis técnico (a corto plazo) y fundamental (a medio). Pero el miedo es libre, y en este caso hay sobradas razones para tenerlo.
Paralelamente, no se sabe a quién afectará el escándalo y la investigación. O, en otras palabras, qué miembros de la dirección tendrán que marcharse, si serán sólo los de BBV o afectará a los procedentes de Argentaria, tal y como señalaba en un informe la firma Ibersecurities, según Reuters. Esta firma también advierte de los riesgos de la investigación y las posibles sanciones que decida la SEC, el regulador bursátil de Estados Unidos.
Dado el cúmulo de circunstancias negativas, ¿Quiere decir el alto volumen de negociación de ayer que los fondos se están marchando de BBVA? La mayor parte de la negociación (el 57%) se produjo en el continuo, es decir, en operaciones ordinarias. Dentro de él, 4,5 millones en aplicaciones, algo habitual.
Pero un volumen de 24,1 millones de acciones en el mercado de bloques es algo que se sale de la norma. Los movimientos en el mercado de bloques suelen corresponder a reorganizaciones de carteras de inversores institucionales, los únicos que usan este mercado. Se movió en bloques el 0,7% del capital. La semana pasada sucedió algo parecido, cuando se movió el 0,87% del capital. Entonces, con el escándalo de los fondos ocultos aún en mantillas, ya se habló de movimientos de carteras.
La Bolsa española suma y sigue elementos negativos. Argentina, petróleo, BBVA y resultados en Wall Street invitan, por ahora, a dedicarse a otra cosa.
'Si me quedasen acciones, ya las habría vendido'
'Ya estábamos infraponderados por culpa de Argentina, pero, si nos quedaba algo del BBVA, probablemente lo hayamos vendido', comentaba un gestor de fondos. Los inversores institucionales no disimulaban su pesimismo sobre el impacto de este caso sobre BBVA en particular y sobre la Bolsa española en general.
El principal temor del accionista de BBVA es que los fondos extranjeros opten por salir de un banco sujeto a demasiadas incertidumbres para cambiarse a otro. Como señala José Manuel Olabarrieta, director de clientes institucionales de WestAM, el coste de moverse de BBVA a otra entidad española o extranjera es prácticamente nulo, no hay ningún impedimento.
Otros miembros de la industria de los fondos coinciden al alertar de los riesgos. 'Puede hacer mucho daño', comenta Álvaro Cervera, de Union Investment. Esta gestora alemana es uno de los principales inversores institucionales en BBVA. Su fondo Unieurostoxx 50 es el segundo que más acciones tiene, con un 0,27% del capital. 'De cara a los gestores extranjeros, y si se añade el impacto de Argentina y Repsol, puede dar lugar a una pérdida de confianza en la Bolsa española'. Union Investment es una de las gestoras más activas a la hora de pedir responsabilidades a la dirección de las empresas donde participa (ha intervenido en la junta de Endesa) y Cervera prevé que la entidad pida cuentas en la próxima junta que celebre BBVA.
Ramón Esteruelas, de ING Investment Management, señala que, a corto plazo el valor se verá castigado. 'Pero, si hace un año hubiesen dicho que dos aviones pilotados por terroristas iban a tirar las Torres Gemelas, que Enron iba a quebrar, Argentina a suspender pagos y Andersen a disolverse, uno pensaría que nos abocábamos al fin del mundo, y aquí estamos'. Un mensaje de tranquilidad en plena tormenta.